2.000 personas piden el fin de la ocupación de Irak
Unas 2.000 personas -4.000, según los organizadores- respondieron ayer al llamamiento de la Plataforma Aturem la Guerra y se manifestaron por las calles de Barcelona exigiendo el fin de la ocupación militar anglo-estadounidense de Irak. Las cifras de asistencia podían haber provocado satisfacción a los organizadores hace meses, pero tras las impresionantes marchas pacifistas de los últimos meses en Barcelona les supieron a poco.
La movilización antiguerra ha marcado la política catalana en el primer semestre del año y ha alcanzado cotas impensables de participación. No obstante, el fin de la guerra, el agotamiento por meses de movilizaciones casi continuas y la resaca electoral tras las municipales -en las que el PP mantuvo sus posiciones en Cataluña- tuvieron su efecto sobre la manifestación de ayer, que se situó en los niveles de participación anteriores al boom de principios de año.
Los asistentes a la marcha, que se desarrolló pacíficamente y concluyó con la lectura de un manifiesto en Pla de Palau, respiraban algo así como un ambiente de fin de curso. Pese a ello, la Plataforma Aturem la Guerra, que agrupa a más de 200 entidades políticas y sociales, incluyendo todos los partidos parlamentarios catalanes salvo el Partido Popular (PP), pretende "continuar con la movilización ciudadana". Ayer hizo un llamamiento a denunciar "todos los proyectos políticos y militaristas de los poderosos de la tierra" y sugirió a los ciudadanos que hagan "objeción fiscal al gasto militar", que boicoteen "la economía de la guerra" y reduzcan el consumo.
Pilar Massana, una de las portavoces de la plataforma, justificó la necesidad de mantener la movilización pacifista, a pesar del descenso previsible de la participación. "La marcha de hoy [por ayer] no puede compararse con las anteriores, las circunstancias son muy distintas", opinó. A su juicio, el espectacular descenso de participación obedece a tres posibles causas: la "muy insuficiente" publicidad de la convocatoria, el cansancio provocado por la campaña electoral y el hecho de que muchos de los activistas más entusiastas estaban en Evian (Francia) con motivo de la contracumbre del G-8.
De hecho, la marcha se convocó para ayer precisamente para acompañar a los activistas antiglobalización que se desplazaron a Francia."Pese a ser menos que otras veces era importante hacer la marcha para estar cerca de nuestros compañeros que han viajado a Evian y Ginebra", explicó Massana, quien añadió: "Hay que volver a decir a los poderosos que para nosotros, la población civil, la guerra es la auténtica arma de destrucción masiva".
A la marcha acudieron destacados dirigentes de izquierda como los portavoces de Esquerra Republicana (ERC), Joan Ridao, y de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), Joan Herrera, la alcaldable de este partido en Barcelona, Imma Mayol, el primer secretario del Partit dels Socialistes (PSC) de Barcelona, Joan Ferran, y el secretario general de Comisiones Obreras de Cataluña, Joan Coscubiela, entre otros.
Los organizadores dieron una relevancia especial a la situación de Oriente Próximo y de Palestina. De hecho, la marcha se convocó bajo el lema Un mundo sin guerras es posible. No a la ocupación de Irak y Palestina.
Al igual que sucedió en todas las manifestaciones pacifistas anteriores, los asistentes corearon continuamente eslóganes contra el presidente del Gobierno español, José María Aznar, y contra el presidente de Estados Unidos, George W. Bush. En la lectura del manifiesto, la plataforma lamentó que el PP no haya pagado un mayor precio en las urnas por su apoyo a Estados Unidos y demostró la misma habilidad de todos los partidos al leer los resultados electorales en función de los intereses propios.
"Pese a que no se ha producido el desplome del PP que deseábamos, en el conjunto del Estado ha perdido 2,5 millones de votos con respecto a las elecciones generales", reza el manifiesto que leyó Francesc Tubau, portavoz de la plataforma. Y añade: "En Cataluña, además, el bando de la guerra ha obtenido sólo el 11% de los votos".
El manifiesto sostiene que no se ha demostrado ninguno de los argumentos utilizados para justificar la guerra: "ni se han encontrado armas de destrucción masiva, ni se ha instaurado la democracia ni se ha reducido la inseguridad y la violencia en Oriente Próximo".
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