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Reportaje:

Atrapados entre promesas

Los alcaldes electos andaluces tienen ante sí el reto ineludible de dar cumplimiento a proyectos de complicada ejecución

El programa electoral, antes de que el pueblo señale al gobernante, es un saco liviano que el candidato transporta con gusto por mucha que sea la carga. Es más, a mayor peso más mérito. Cuando termina el recuento y se aproxima la proclamación del alcalde, el contenido del programa se vuelve en muchas ocasiones una rémora de complicado transporte. Hay promesas llevaderas junto con otras pesadas como plomo. ¿Qué proyectos se quedarán en el saco y cuáles se sustanciarán en la realidad?

No hay que ser especialmente retorcidos para señalar en los programas los asuntos de ejecución problemática. Sin ir más lejos, si Teófila Martínez cumple el programa electoral con el que ha revalidado su mayoría absoluta en Cádiz tendrá mucho mérito, no sólo por la cantidad, sino por la peculiaridad de algunas de sus promesas.

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Ciertos proyectos están definitivamente cojos. Si a Martínez se le ha cuestionado algo en este segundo mandato ha sido la promesa incumplida de rebajar 5.000 el número de parados. No sólo no lo ha conseguido, sino que Cádiz tiene los mismos 12.000 parados que en 1999. De ahí que en esta campaña la regidora popular haya puesto especial énfasis en presentar el primer Plan Integral de Empleo de Cádiz. Promete Martínez invertir 72 millones de euros en esta ingente tarea, aunque sólo tiene garantizados 12 millones de aportación municipal. El resto lo deben otras Administraciones que aún no conocen siquiera el mentado plan.

Primeros retrasos

Otras promesas han sufrido un retraso nada más conocer el resultado electoral. La primera piedra del nuevo estadio de fútbol Carranza se debía haber colocado ya, pero al menos habrá que esperar a que acabe la próxima temporada futbolística para comenzar la edificación. Queda pendiente el bono-taxi para que jubilados, parados o personas con movilidad reducida cuenten con descuentos para coger taxis, y del que los taxistas nada saben, y la construcción de un skate park para patinadores que ya fue desplazado hace varios años. Entre las promesas recurrentes, que se repiten de mandato a mandato, regresa la puesta en marcha de un parque temático en el Castillo de San Sebastián.

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En Jaén Miguel Sánchez de Alcázar (PP) parece haber apostado por el espectáculo de tintes americanos. El alcalde quiere instalar un telecabina entre el castillo de Santa Catalina y el parque temático de la Ciudad de los Niños que además llevará incluida una pista de esquí, un rocódromo, un telearrastre y una bolera. También tendrá que afrontar la tarea de edificar una ciudad deportiva a pesar de que el presidente del Real Jaén desveló en plena campaña la existencia de un pacto secreto con Sánchez de Alcázar consistente en acometer la ciudad deportiva a cambio de que el Ayuntamiento le cediera varios solares para construir viviendas y un hotel.

En el aspecto fiscal, vivir en Jaén se convertirá en una bicoca gracias a que el alcalde se ha comprometido a congelar los impuestos, una promesa encomiable sino fuera porque en los últimos años han crecido en torno a un 40% según cifras de la oposición. Así cualquiera rebaja.

A nadie escapa que los alcaldes del PP tienen una clara inclinación a redimir a los ciudadanos de de los impuestos, tasas o gravámenes de toda laya. Pedro Rodríguez, regidor de Huelva. deberá abordar en los próximos meses su Plan Municipal Quita Multas. El alcalde ha dicho que está dispuesto a perdonar los excesos que cometen algunos jóvenes durante las noches de ocio en Huelva con las motos o al estacionar los turismos.

Pero por sus ribetes cosmopolitas la promesa más ambiciosa de Pedro Rodríguez es la de convertir a Huelva en la capital de una región de nuevo cuño denominada Andalucía-Algarve, y que abarca zona española y portuguesa. Y todo a pesar del histórico olvido que han tenido los onubenses para con sus vecinos de Portugal. Queda también pendiente una promesa rodada de otras elecciones: abrir un aeropuerto. Si se hace habrá que esperar que sea de cemento y no de poliéster como el monumento al fútbol inaugurado a toda prisa el 10 de mayo por el secretario del PP, Javier Arenas.

Largo camino

Si el alcalde del PP, Luis Rogelio Rodríguez Comendador, gobierna en Almería le queda un largo camino de promesas que cumplir, algunas de ellas con cierto aire pintoresco. Además de prohibir mediante ordenanza el sacrificio de animales domésticos deberá construir a toda prisa pistas deportivas básicas (de 800 metros de superficie, con iluminación y vestuario) en cada uno de los barrios almerienses, al tiempo que levanta tres campos de fútbol de aspecto profesional dotados de césped natural.

Pero hechas las concesiones deportivas Rodríguez Comendador deberá pasar a las de transporte: tarjeta de autobús gratuita para la tercera edad, implantación de un sistema avanzado para localizar autobuses vía satélite y, en fin, lo que hasta ahora todos han intentado y nadie ha conseguido, dictar una norma que evite la acción "coactiva e intimidatoria" de los aparcacoches ilegales.

Respecto a los impuestos, siguiendo la senda de alcalde de Jaén, no deberá incrementar por encima del IPC las tasas y reducir el impuesto de circulación para los vehículos menos contaminantes.

Información elaborada con textos de F. P. Monguió (Cádiz); Ginés Donaire (Jaén); L. E. Siles (Huelva) y M. J. López (Almería).

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