Elorza juzga "positiva" la reunión con Sudupe pero no descarta otros pactos

En San Sebastián, todas las alianzas son posibles hoy por hoy para formar un gobierno municipal con mayoría absoluta en el pleno. Al menos, eso aseguró ayer el alcalde donostiarra en funciones de San Sebastián, el socialista Odón Elorza, que en esta legislatura podría ver cumplido el deseo que no pudo materializar en su anterior mandato: formar un gobierno plural. "No se puede descartar ninguna posibilidad" de pacto, dijo ayer en una entrevista en Radio Euskadi, tras haber celebrado la víspera una reunión "positiva y de gran interés", según sus propias palabras, con el cabeza de lista del PNV-EA, Román Sudupe. Elorza, que mañana se reunirá con María San Gil, reconoció que reeditar el pacto que rompió con el PP en marzo del año pasado no es la opción que más le gusta.

El candidato del PSE, al que su partido le ha dado amplia libertad para buscar los apoyos necesarios, podría también intentar gobernar en solitario hasta las elecciones generales del próximo mes de marzo, para evitar que su decisión sea utilizada contra Rodríguez Zapatero.

Cada uno tiene sus preferencias y el alcalde en funciones de San Sebastián no ocultó ayer las suyas: "Acariciaba el sueño de formar gobierno con IU-EB", reconoció. Pero los números no salen. El PSE logró 10 concejales e Izquierda Unida sólo uno de un total de 27.

La ronda de conversaciones para buscar alianzas de gobierno arrancó el viernes. Elorza mantuvo una reunión con el líder de PNV-EA en San Sebastián, Román Sudupe, que tiene una imagen de político dialogante y nacionalista moderado entre la ciudadanía. Para los dos, fue un encuentro "positivo". El nacionalista mostró su disposición a formar "una mayoría estable", en una conversación que el futuro alcalde calificó ayer "de gran interés". El PSE y PNV-EA, con 10 y nueve concejales, respectivamente, alcanzarían una amplia mayoría absoluta y Elorza podría prescindir así del apoyo gratuito que le ha ofrecido para la investidura la popular María San Gil, con quien gobernó conflictivamente los tres primeros años de la pasada legislatura.

El mismo día en que presentaron su alianza de gobierno en noviembre de 1999 cada uno miraba para un lado y Elorza reiteraba que tenía la mano tendida al nacionalismo. En la ruptura de su acuerdo -cuyo detonante fue la negativa popular a apoyar la operación urbanística estrella del alcalde en la zona de Auditz Akular- entró también en juego la falta de entendimiento personal entre los cabezas de lista de los dos partidos constitucionalistas. Esa distancia aún existe. Ayer, Elorza reconoció que mantiene una "mejor" relación con Sudupe que con San Gil, si bien añadió que "el sentido de la responsabilidad impera ante la falta de química personal". "Mi obligación es hablar con todo el mundo".

Escenario distinto

Durante los próximos días, el alcalde donostiarra en funciones se reunirá con IU y con el PP, con quien no está dispuesto a pactar basándose exclusivamente en la alianza que sellaron las directivas de sus partidos en el pacto antiterrorista Lo dejó muy claro ayer al afirmar que el trágico atentado de Sangüesa no obliga al PSE a pactar "irremediablemente" con el PP en los gobiernos municipales "como si fuera la solución al terrorismo o garantizara el cambio en el tiempo de lo que sucede".

Los movimientos de los grupos municipales, al margen de las líneas que puedan imponer sus ejecutivas, plantean un escenario muy distinto al de hace cuatro años, cuando Elorza buscaba apoyos para hacer viable la gestión municipal. Entonces, en plena tregua de ETA, la coalición nacionalista -liderada por Enrique Arana- no contemplaba una alianza que no plasmara en el Ayuntamiento donostiarra el Pacto de Lizarra. De esta forma, rechazada de plano cualquier negociación con la todavía legal EH, a Elorza, que siempre se ha mostrado más cercano a los nacionalistas que su partido, sólo le quedó recurrir al PP.