De la piedra a los hoteles
José Antonio Castro Sousa, nacido en Venezuela en 1956, arquitecto de profesión y patrón de Construcciones Castro, empezó a liberarse hace poco más de una semana de la guillotina del silencio que él mismo se había impuesto. Fue el pasado 22 de mayo, gracias a la OPA de Hesperia sobre NH, cuando Castro Sousa, como primer accionista de la cadena ofertante, asomó por encima de su trinchera, acabando con su natural tendencia a la discreción. Es un constructor de segunda generación -su padre fundó la empresa- casado y con dos hijos varones, está dispuesto a revalidar su fulgurante carrera empresarial en el mundo de los hoteles, una lanzadera perfecta para poner a prueba su músculo financiero.
"Después de la piedra, el hotel". Éste es un principio contrastado en el que basculan algunos de sus exitosos predecesores, como Núñez y Navarro, Sanahuja, Reyna o Figueras, señores del tocho en la Barcelona que enlaza la ola olímpica de 1992, el boom inmobiliario de los últimos años y el Fórum 2004, en la ciudadela de Diagonal Mar. Castro Suosa se adapta a las transiciones; entró con paso firme en los hoteles -Hesperia, con un total 37 establecimientos, está levantado en la Gran Vía de Barcelona, su buque insignia, un gigante de 32 pisos diseñado por Richard Rogers-y ahora intenta uncir a su proyecto la red de NH, una cadena con mucho free float en Bolsa y accionistas de fuste, como Amancio Ortega y Cajamadrid.
El constructor y hotelero, convencido de que su OPA logrará superar las obstinadas terquedades jurídicas, se proyecta también hacia el interés general; como miembro del Comité Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Barcelona ha demostrado que sabe resbalar sin frenesí sobre la superficie engañosa de las instituciones. Accedió a este cargo tras forjar una alianza, basada en intereses espurios aunque legítimos, con Josep Lluis Torra, el hombre fuerte de Agrupación Mutua-Bankpime.
De momento, el dueño de Hesperia apenas asoma en los foros civiles catalanes; aunque ya frecuenta su antesala: el palco del estadio del Camp Nou. Castro, que se confiesa culé de pura cepa, forma parte de la candidatura a la presidencia del FC Barcelona, encabezada por Josep Martínez-Rovira. El fútbol se lleva bien con el metro cuadrado y con la media pensión de cinco estrellas, aunque la candidatura respaldada por Castro esta lejos del estilo de Joan Gaspart, hotelero ubicuo y peripatético ex presidente.
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