Rouco afirma que "no sería justo" que la Iglesia pidiera perdón por la guerra civil
El presidente de los obispos españoles, Antonio María Rouco, dejó ayer definitivamente claro que la Iglesia no pedirá perdón por el papel que desempeñó en la guerra civil y en la dictadura. Cuatro meses después del documento en el que la Conferencia Episcopal eludió entonar el mea culpa, Rouco aseguró que unos quieren oír una "glorificación de aquellos hechos", y otros, una autoinculpación de la Iglesia. "No hubiera sido justo ni oportuno entrar en juicios históricos de esa naturaleza", dijo, antes de añadir que "la Iglesia no trata de agradar a los hombres al revisar su pasado", sino que sólo "se examina ante Dios". Rouco anunció que impulsará los procesos de canonización de los "mártires" de la guerra -10.000 personas- "unificándolos y agilizándolos".
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