Ortega pide manos libres a la ejecutiva del PA para designar directamente a los candidatos de las capitales

El equilibrio interno del PA está cada vez más en el aire. Ayer, el secretario general, Antonio Ortega, anunció que pediría a la ejecutiva nacional -que se reunió minutos más tarde- "manos libres" para designar él directamente a los candidatos de las capitales, tras el reconocido fracaso en las grandes ciudades. "Vengo advirtiendo al partido que ahí está nuestro problema, y creo que tengo la autoridad moral para pedir actuar con manos libres en las capitales, cambiar y modificar todo lo que sea necesario para que en las próximas elecciones las capitales no enturbien el trabajo del resto los compañeros".

La intención de Ortega levantará sin duda ampollas en los comités locales que no controla el secretario general, especialmente en Sevilla, bajo la influencia de Alejandro Rojas-Marcos, presidente de la organización.

Según los estatutos del PA, son los comité y las asambleas locales quienes eligen a los candidatos, y la dirección nacional los nombra. Aunque Ortega obtenga la venia de la ejecutiva para hacer y deshacer candidaturas -lo que es probable ya que tiene la mayoría en este órgano- cualquier militante podría recurrir ante la comisión de garantía. No obstante, Ortega explicó ayer: "Se trata de pedir una excepción porque en las capitales el partido no funciona y está democráticamente preso de las normas".

El retroceso en Sevilla ha servido de argumento al sector afín al secretario general para arremeter contra el presidente andalucista. Sin nombrarlo, el secretario general fue ayer muy explícito: "En Sevilla hemos ido perdiendo votos en los últimos tres años". También dijo que puede haber alguien dentro de su partido a quien le interese decir que los resultados globales han sido malos cuando, a su juicio, han sido "espectaculares" porque han subido concejales.

Otros miembros del PA opinan, en efecto, que los resultados son los peores de los recientes comicios locales y que, sobre todo, en las ciudades de más de 50.000 habitantes han sido "catastróficos", salvo en Sevilla. Estos mismos dirigentes piensan que la medida que propone Ortega para elegir él los candidatos es autoritaria y recuerdan que, con la excepción de Sevilla y Córdoba, la designación del resto ha estado tutelada por el propio Ortega.