El PSOE admite que tenía "expectativas" superiores en el 25-M

El PSOE empezó ayer a digerir sus propios resultados para llegar a la conclusión, al menos los miembros de la Ejecutiva y la mayoría de los diputados y senadores del grupo parlamentario, de que les ha ido muy bien en las elecciones del pasado domingo aunque la percepción haya sido que se han quedado cortos. Esa sí la asumen y reconocen que las expectativas creadas fueron superiores a lo que después deparó la realidad. Así lo manifestó ayer el secretario de Organización y responsable electoral, José Blanco que, no obstante, reivindicó el papel de la Ejecutiva que lidera José Luis Rodríguez Zapatero. "Se nos exige demasiado, cuando lo que encontramos fue un partido en descomposición y sin liderazgo".

"Para ser nuevos, aficionados o noveles, creo que no nos ha ido mal en las elecciones"

Esta apreciación de José Blanco la formuló en un acto organizado por la Fundación Alternativas sobre el análisis postelectoral y en cuya primera fila estaba el ex secretario general del PSOE Joaquín Almunia, responsable del laboratorio de ideas de esa Fundación.

Blanco escuchó de los participantes en el acto, desde el vicepresidente de la fundación, Nicolás Sartorius, hasta de los invitados, los periodistas Iñaki Gabilondo y Antonio Franco, que las expectativas no se habían cumplido. Y empezó una disquisición casi metafísica sobre "la percepción de la realidad" y "los hechos de la realidad". De la primera se desprende que "el PSOE no ha ganado las elecciones", como dijo Iñaki Gabilondo en réplica a la máxima que repiten los socialistas de que han ganado las elecciones porque han superado en más de 100.000 votos al PP.

Tras escuchar a Gabilondo, Franco y Sartorius, el secretario de Organización afirmó: "Había más expectativas para el PSOE que las que se han cumplido, pero quizá estaban más en la sociedad que en nuestros propios datos", dijo José Blanco. Pero lo cierto es que ayer dirigentes regionales y algunos miembros de la Ejecutiva aseguraban que tenían información de que los resultados iban a ser mejores. Pero no había desánimo en el grupo parlamentario donde cada diputado traía las noticias concretas de su provincia y bastante alegres.

Eso sí, sentían cierta rabia por haber creado una impresión demasiado alta cuando, simplemente, con los resultados obtenidos y "vendiéndolos bien" hubiera sido suficiente. "¿Cuál era el punto de partida?", preguntó Sartorius. "Era bastante malo y no hay que olvidar que el PSOE estaba en mala situación electoral, con falta de unidad interna y con ausencia de liderazgo", dijo Blanco. Después, fue algo más descarnado cuando escuchó al resto de los contertulios dar por sentado que Rodríguez Zapatero es un político asentado y con muchas posibilidades de ser presidente del Gobierno pero con falta de equipo. "Yo formo parte del equipo de Zapatero y, por tanto, no voy a evaluar nuestra actuación, pero para ser nuevos, aficionados o noveles creo que no nos ha ido mal, teniendo en cuenta que encontramos un partido en descomposición, con un nivel de enfrentamiento notable. Enfín, creo que se nos exige demasiado en poco tiempo y tenemos que mejorar muchas cosas, por supuesto, pero a eso nos vamos a dedicar", dijo Blanco.

Este dirigente se preguntó si todo el mundo consideraba que en 1982 Felipe González tenía un gran equipo. Y, después, se confirmó que sí lo tenía. "Ahora estamos mejor que en el 82, porque tenemos a esa generación y a una nueva", presumió. A partir de ahora se van a afanar en "perfilar la alternativa" para las elecciones generales de 2004.

"Ganaremos la FEMP"

Blanco se atrevió con un pronóstico: "Ganaremos las elecciones generales por un millón de votos". Y, después, hizo un anuncio que se comprobará en las próximas semanas. "Ganaremos la presidencia de la Federación Española de Municipios y Provincias", que ahora recae en el PP y cuya presidencia ejerce la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Pío García Escudero, coordinador de Organización del PP, le desmintió después.

En estos dos días que han transcurrido siguen formulándose en el PSOE análisis desde diferentes perspectivas. Por ejemplo, los socialistas estiman que "la derecha se movilizó en defensa de Aznar", en tanto que la izquierda no se comportó como si se tratara de unas elecciones generales y, por tanto, continuó la abstención. Después, el PSOE no evaluó correctamente la intención última de ese 30% del electorado que se decía indeciso. "Era del PP pero no lo quería decir", opinó Blanco.

Los socialistas, sin excepción, llevan clavada una espina: la ausencia de fiesta por la victoria en la Comunidad de Madrid. "La derecha, intencionadamente, retuvo los datos para evitar que pudiéramos celebrar la victoria", se dolió Blanco. "Pero hemos ganado en votos y en poder municipal y autonómico, y esa es la realidad", apostillo.