"Un sector 'abertzale' muy amplio desea la primacía de la política"

Aralar se ha convertido en la primera fuerza del nacionalismo vasco en Navarra. Además, la formación que encabeza Patxi Zabaleta (Leitza, 1947), obtiene una limitada, pero notable representación en los ayuntamientos navarros y guipuzcoanos donde presentó candidaturas.

Pregunta. ¿Qué significado le dan a sus resultados?

Respuesta. Demuestran que Aralar tiene una clara base sociológica propia y específica desde la que poder estructurarse como partido y que, en la medida en que se vaya fortaleciendo, puede alcanzar a ser una alternativa que aún no es, representando a un sector sociopolítico muy amplio que existe en esta tierra, que es todo lo que conocemos como izquierda abertzale, un espacio que desea la primacía de la acción política.

"Tenemos que confesar que el número de votos nulos es superior al que esperábamos"

P. En Navarra y Guipúzcoa obtienen representación institucional e incluso una alcaldía, pero en Álava y en Vizcaya apenas han logrado cinco concejales.

R. En total hemos sacado unos 60.000 votos, de ellos 24.000 en Navarra y 18.500 en Guipúzcoa. La desigualdad territorial se puede deber al origen protagonizado por navarros que tuvo Aralar y al avance de la maquinaria electoral de PNV-EA que ha incidido con su lema de voto útil de una manera más sustancial en unos territorios que en otros. Hay lugares muy emblemáticos, como Zaldibia, donde hemos conseguido la alcaldía al haber superado la presión de los votos nulos. Ya anunciamos que si los votos nulos eran superiores a los nuestros no aceptaríamos la alcaldía, pero ha ocurrido al revés y la hemos sacado adelante.

P. En general, donde Aralar se ha presentado, ha obtenido respuesta social.

R. Sí, pero no hemos tenido capacidad para presentarnos en muchos sitios. Ésa ha sido la razón de nuestra limitada implantación. En Vizcaya, por ejemplo, hemos obtenido un solo concejal con 13.500 votos, porque la maquinaria electoral de PNV-EA es la que ha ocupado el espacio que AuB perdió no ahora, sino el 13 de mayo de 2001. El PNV ha ido a consolidar ese avance y lo ha hecho. Nosotros, entre el voto nulo y el avance de PNV-EA e IU no hemos podido obtener más en esta primera concurrencia electoral. En Álava apenas hemos obtenido 3.500 votos y cuatro ediles.

P. AuB destaca que ha retenido 150.000 votos en forma de papeletas nulas. ¿Qué opina?

R. El que unas siglas ilegalizadas, con el artilugio de un voto legalmente nulo hayan llegado a esas cifras ocasionando consecuencias muy heterodoxas y diversas, como el dar claramente la mayoría a UPN en Navarra, es, sin duda, un hecho sociológico a contemplar. Nosotros tenemos que confesar que el número de votos nulos es superior al que esperábamos.

P. Formar un Gobierno de progreso en Navarra parece muy difícil. No habrá la ansiada utilidad para los votos de Aralar.

R. Parece que formar ese Gobierno alternativo a UPN será difícil, porque definitivamente el CDN se inclina a constituir una coalición con UPN, lo cual va a ser, en todo caso, el abrazo del oso para CDN, aunque quizá es lo que están deseando. Parece difícil otra alternativa, pero estamos abiertos a esa posibilidad y seguiremos esperando. La utilidad, en todo caso, existirá para ejercer una oposición firme y frontal.

P. ¿Existe alguna opción de que Aralar canalice, desde dentro de las instituciones, iniciativas de esa izquierda abertzale que se ha quedado fuera de ellas?

R. Nosotros no somos sus representantes. Ni siquiera somos beneficiarios de la existencia de ese voto nulo, del que se han beneficiado sobre todo los partidos mayoritarios, PNV-EA en la comunidad autónoma vasca y UPN en Navarra. Dicho eso, sí creemos que detrás de cada voto nulo hay una persona que merece el mismo respeto que la que haya votado a UPN o a Aralar y ese respeto debería ser cosa de todos, no sólo de Aralar. No nos vamos a erigir en representantes de otros que, además, no nos han pedido que les representemos.

P. En Leitza les ha ganado UPN. ¿Nadie es profeta en su tierra?

R. En realidad, el voto nulo ha sido la primera fuerza. Nuestra diferencia con UPN es de apenas 12 votos, después está EA. Creo que es un resultado muy digno. Hay que tener además en cuenta que en los ámbitos municipales los condicionantes son distintos.

P. Los resultados en Euskadi dibujan, una vez más, un territorio políticamente muy plural.

R. Sí, es verdad. Creo que hay que romper la política de bloques, tanto en la comunidad autónoma vasca como en Navarra. Además, esos bloques, afortunadamente, tienen sus excepciones. La labor de IU, ahora en parte premiada electoralmente, es un ejemplo de lo que digo. Sería un grave error para el PSE-EE constituir un bloque en Álava con el PP. Deberían meditarlo profundamente.

P. ¿Qué recorrido prevé al plan del lehendakari con los resultados del domingo?

R. En sus actuales contenidos, creo que el llamado plan Ibarretxe no puede ser desarrollado como tal. Alberga en su seno graves contradicciones y le falta un necesario plan de paz. Tiene, en definitiva, una serie de carencias que hacen imposible que sea llevado a efecto tal cual.