El PSC conserva Vilafranca e Igualada y gana a CiU en Berga, Vilanova y Sitges
El PSC revalidó ayer el triunfo electoral que obtuvo en las elecciones municipales de hace cuatro años en ciudades como Vilafranca del Penedès e Igualada. Además, con toda probabilidad arrebatará a CiU la alcaldía de municipios tan simbólicos como Berga o Sitges, donde invirtió los resultados de hace cuatro años y ayer fue el partido más votado. Lo mismo ocurrió en Vilanova i la Geltrú, ciudad en la que el socialista Sixte Moral sale reforzado en las elecciones al convertirse en la lista más votada y tiene todas las posibilidades de reeditar el pacto de gobierno municipal que ha mantenido en los últimos cuatro años con ERC e ICV, pese a que entonces los convergentes fueron la lista mayoritaria y obtuvo 10 ediles, uno más que el PSC.
Los socialistas pierden tres concejales en Vilafranca del Penedès, pero nadie duda que Joan Aguado repetirá en el cargo. La novedad es la entrada en el consistorio de la Coordinadora de Unidad Popular, un colectivo independentista de carácter radical. También irrumpe en el consistorio de Vic la candidatura Plataforma per Catalunya, que lidera Josep Anglada y que defiende postulados xenóbos con los inmigrantes. Es muy posible que ese edil proceda del electorado que en las anteriores elecciones permitió al PP obtener representación municipal. Por lo demás, en la capital de Osona se repiten los mismos resultados de 1999, con CiU como la fuerza mayoritaria con mucha diferencia.
Esquerra Republicana tiene la llave del Ayuntamiento de Berga. O sigue manteniendo en la alcaldía al convergente Josep Maria Badia, como ha venido haciendo durante cuatro años, o apuesta por la renovación y apoya a Ramon Camps, el cabeza de lista del PSC que ayer ganó las elecciones. En concreto, los socialistas pasan de cinco a siete concejales y CiU, de siete a seis.
En Igualada se mantiene la hegemonía socialista y Jordi Aymamí seguirá siendo alcalde, aunque necesitará pactar. La opción convergente de Flora Sanabra ha fracasado y pierde dos ediles respecto a los anteriores comicios. En Manresa, pese a bajar dos concejales, el PSC sigue siendo la fuerza más votada. Esos ediles los ganan ERC e ICV, sus aliados en el gobierno municipal. Jordi Valls, por tanto, tiene todos los números para seguir en la alcaldía. CiU vuelve a tener ocho concejales, pese a cambiar a su cabeza de lista y apostar por el periodista Josep Vives, presidente del Club de Bàsquet Manresa.
Donde sí hubo vuelco electoral fue en Sitges, un municipio en el que socialistas y convergentes empataron a concejales hace cuatro años. Los nacionalistas pactaron entonces con el PP y una coalición independiente (Nous Horitzons), pero los continuos escándalos urbanísticos que han llevado al banquillo de los acusados al alcalde Pere Junyent pasaron ayer factura. El PSC aventaja a CiU en tres ediles, pero la clave para que Jordi Baget sea alcalde sigue estando en las listas independientes.
