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Aseguradoras en tierra firme

Las compañías españolas invierten casi el 90% de sus excedentes en títulos de renta fija

Las compañías de seguros españolas han asistido a la reciente crisis bursátil casi como espectadoras. La tradicional política de prudencia del sector en España contrasta con agresiva política de inversiones en otros países europeos. Las aseguradoras españolas disponen casi el 90% de sus carteras de inversión en renta fija o deuda privada; tras los Pirineos, algunas compañías tienen hasta el 80% de sus carteras en Bolsa.

La renta variable alcanza una media del 20% de las carteras en Europa, mientras en España se ha reducido hasta el 3,5%
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La exposición de las aseguradoras españolas a la crisis bursátil ha sido muy limitada, en comparación con las compañías europeas. La prudencia ha caracterizado el comportamiento del sector en España a la hora de invertir los excedentes de su actividad. Mediante esta política, las compañías españolas han limitado el doble efecto que ha supuesto la caída de los precios de las sus cuentas de resultados como en las provisiones para mantener la solvencia de las empresas.

Las aseguradoras europeas se han visto muy afectadas por la crisis, porque sus inversiones en acciones alcanza el 20% del total de sus carteras. En algunos países, como el Reino Unido, este porcentaje supera con amplitud esta cifra, y algunas compañías pueden contar en sus portfolios con el 70% de títulos de renta variable. A veces más.

Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras (ICEA), la sociedad que actúa de procesador de todos los datos del sector, asegura que la media de la inversión en Bolsa del sector se situaba en el 4,7% al cierre de 2001. Este porcentaje se redujo aún más con la crisis del año pasado, hasta medias cercanas al 3,5%.

Un solo vistazo a las cifras de algunas de compañías que operan en España arroja una percepción concluyente respecto a esta táctica de prudencia en la gestión de excedentes en la gestión del negocio. La renta fija constituye el grueso de las inversiones de Grupo Generali (87,9%), Grupo Mapfre (87,6%) o DKW Seguros (88%). Zúrich y Winterthur no andan muy lejos de estas cifras (83%). Empresas como DKW o Winterthur sólo tienen el 1% de su cartera en acciones.

"La política de inversiones en valores mobiliarios del Grupo Mapfre ha sido tradicionalmente muy conservadora, tanto en las posiciones en renta variable como en la solvencia de los activos de renta fija que componen sus carteras. A 31 de marzo, la composición de las carteras propias del grupo era del 5% en renta variable y el 95% en renta fija y activos monetarios", asegura Víctor Bultó, consejero delegado de Mapfre Vida.

Bultó indica que la compañía mantiene una cartera de inmuebles cuyo valor contable supera los 1.000 millones de euros. La cuarta parte se destina a oficinas propias, y el resto, a oficinas arrendadas a terceros. "Estos inmuebles representaban, a diciembre de 2002, el 7,8 % del total de las inversiones de Mapfre, mientras que la cartera de valores mobiliarios representa el 92,2 % restante".

Los inmuebles constituyen la tercera pata de las inversiones de las aseguradoras españolas, siempre con un mayor peso que la renta variable. En el caso de Zúrich, alcanzan el 12% de las inversiones, mientras que para Winterthur sólo llegan al 5%.

"Nuestra cartera tiene un fuerte predominio de inversiones en renta fija, para la cobertura de provisiones matemáticas [fondo que el asegurador constituye para pagar las prestaciones futuras] con un tipo de interés técnico garantizado. El negocio de no vida también está cubierto de forma predominante con renta fija, debido a la política prudente en cuanto a la gestión de las inversiones", asegura Eduardo Megía, responsable de Análisis de Mercado de Generali.

El negocio asegurador es muy particular. A diferencia de bancos y cajas, no toman dinero y lo prestan a un tipo de interés superior, ganando la diferencia. El grueso de los seguros se basa en la cobertura de unos riesgos que pueden suceder. El cliente paga con regularidad y la aseguradora desembolsa cuando hay siniestro. Por eso, las compañías administran grandes capitales que deben invertir con objetivo de lograr una rentabilidad interesante, sin descuidar la seguridad de estos fondos. Las compañías buscan no sólo títulos de renta fija, sino aquellos con una mínima calidad, al menos la 'doble A' de la agencia estadounidense Standard & Poor's.

Inversiones prudentes

Mapfre ha realizado el 56% de sus inversiones en renta fija en bonos emitidos por Estados pertenecientes a la Unión Europea. El 82,3% de los activos tiene una calificación 'AA' o superior. Casi la totalidad del resto de activos cuenta con un rating de 'A' y no admite activos con nota inferior a 'BBB'.

Después de la crisis bursátil, la política de inversiones en el ejercicio actual es de una prudencia máxima. "Los excedentes invertidos a lo largo de 2003 se han distribuido entre repos de deuda publica a corto plazo y algunas colocaciones en renta fija privada con calificación crediticia 'AAA' o 'AA' o deuda pública de países periféricos a largo plazo", señala Javier Cubría, director general financiero de DKV Seguros. La máxima calificación crediticia que otorga la agencia Standard & Poor's es 'AAA'. El 97,3% de la cartera de Generali en España tiene calificación de 'A' o superior, indica Eduardo Megía.

Cautela máxima en renta variable

Las aseguradoras reflejan mucha cautela a la hora de pronunciarse sobre el futuro de sus inversiones en Bolsa. "Puede que se incrementen algo en función de la solidez y consistencia que puedan ir teniendo tanto la situación y perpectivas económicas como los resultados de las empresas. No obstante, seguirá lejos de los niveles existentes hace uno o dos años", comentan fuentes de Winterthur. "No contemplamos un incremento significativo de la exposición en renta variable. Sin embargo, el grupo está preparado para poder modificar su estructura de cartera en el caso de que se produzcan condiciones favorables en los mercados", asegura Eduardo Megía, responsable de análisis de mercado de Generali.

En algún caso, la mala coyuntura bursátil coincidió con movimientos de inversión de las compañías. "En 2002 redujimos nuestra inversión en Bolsa desde el 4% al actual 1%, para construir un modelo de casamiento de flujos en nuestra compañía de vida. Traspasamos a renta fija todas las inversiones en renta variable que teníamos afectas a este ramo. Por esta razón no está previsto volver a los niveles anteriores de inversión en renta variable. Quizá sí se podría incrementar ligeramente nuestra cartera una vez queden despejadas las actuales incertidumbres de los mercados", indica Javier Cubría, director general financiero de DKW.

"El Grupo Mapfre no ha reducido de forma significativa sus posiciones en renta variable, dado que éstas han sido siempre bajas. Es posible que en un futuro puedan aumentarse en función del descuento sobre la evolución del mercado, una vez superada la fase actual de fuerte volatilidad", comenta Víctor Bultó, consejero delegado de Mapfre Vida.

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