Alemania cobrará 12,4 céntimos por kilómetro recorrido a los camiones

Se acabó el gratis total. Desde el 1 de septiembre los camiones de gran tonelaje tendrán que pagar un peaje de 12,4 céntimos por kilómetro en las autopistas alemanas. Esta cantidad subirá en el futuro hasta 15 céntimos de euro. La medida, aprobada ayer por la Cámara alta (Bundesrat), reportará 2.800 millones de euros al año al Estado y serán destinados a obras de infraestructuras.

Las autopistas, otrora orgullo del país, son hoy en día una pesadilla para los conductores tras la caída del telón de acero. El Automóvil Club de Alemania (ADAC) estima que se pierden al año 4.700 millones de horas en embotellamientos. Esto significa un daño económico de 105.000 millones de euros.

El incremento del tráfico de camiones que atraviesa Alemania ha convertido en teoría lo de que no existen límites de velocidad en el país. Los embotellamientos se encargan de fijar los límites. Al menos, parece que las autoridades han puesto en marcha un sistema de control de peajes a los camiones que no obstaculizará el tráfico. Se trata de un aparato similar a una radio de coche que emite señales captadas por los satélites de recaudación que luego se encargan de presentar la factura al transportista por los kilómetros recorridos.

La cuantía del peaje se regula también según el nivel de contaminación que provoque el camión. El dinero que se obtenga por los peajes no se podrá destinar a tapar huecos en el socavado presupuesto alemán, sino que se dedicará de forma directa a reparar la infraestructura viaria. Se espera una recaudación por estos peajes de 2.800 millones de euros al año. Un viaje de un camión entre la frontera de Polonia, a unos 80 kilómetros de Berlín, hasta Holanda costará unos 80 euros, que llegarán a 100 cuando suba el peaje.

El Gobierno acordó subvencionar a los transportistas alemanes con una rebaja del impuesto de circulación y del precio del combustible. Estas subvenciones supondrían unos 600 millones de euros y quedan pendientes de la aprobación de las autoridades europeas en Bruselas. Los transportistas alemanes sufren la competencia de los de los países del Este de Europa, donde los salarios y costes no salariales son muy inferiores a los de Alemania. La Federación Alemana de Grandes Transportes y Comercio Exterior ha criticado la introducción del peaje y advierte de que se producirán más quiebras en el sector con la consiguiente destrucción de empleos.

Financiar obras

Por su parte el ministro federal de Transporte, el socialdemócrata Manfred Stolpe (SPD), declaró que la medida de introducir el peaje sienta las bases para el futuro de la política de transporte y la financiación de las obras de infraestructura. Según Stolpe, un camión de 12 toneladas supone una carga para las carreteras 60.000 veces mayor que la de un coche particular. El ministro rechazó que en el futuro se vaya a cobrar peaje a los automovilistas particulares y dijo que esto sería como "privarles de su libertad". No obstante, los automovilistas no las tienen todas consigo y temen que, en estos tiempos de cajas públicas vacías, lluevan las cargas. Como muestra, baste que, en la misma sesión del Bundesrat de ayer, la Cámara Alta apoyó una petición de Berlín de elevar a 100 euros anuales la tasa de estacionamiento en la capital alemana, que ahora está fijada en un límite de 30,70.