"Zaplana y su Gobierno dejan una pesada hipoteca"
Llegó a la secretaría general del PSPV-PSOE tras una época de convulsión interna. En tres años ha conseguido, no sin algún equilibrio, liderar una federación con serias aspiraciones a gobernar la Generalitat.
Pregunta. Los sondeos le siguen dando la mayoría al PP. ¿Sigue creyendo en un cambio?
Respuesta. Estoy convencido de que sí. Los sondeos reflejan dos cosas muy claras: que el Partido Popular pierde casi 14 puntos en voto decidido respecto a 1999 frente a los 9 que ganamos nosotros, y la gran cantidad de indecisos. No sólo estamos en disposición de gobernar [en coalición con EU] sino incluso de disputarle al PP el ganar las elecciones.
P. Sostiene que la la Comunidad Valenciana ha perdido calidad democrática con el Gobierno del PP. ¿En qué aspectos?
R. Ha retrocedido en los medios de comunicación públicos. Canal 9 es la televisión más progubernamental de todas las autonómicas de España. El retroceso ha sido espectacular en el Parlamento, donde la oposición ha tenido difícil fiscalizar la acción de gobierno del PP. Ha sido imposible, por ejemplo, conocer el contrato de la Generalitat Valenciana con Julio Iglesias o que el Gobierno respondiera a las preguntas de la oposición y, lo que me parece más grave, la presidencia de las Cortes ha sido una consejería más del Gobierno, muy en relación con una política autoritaria y prepotente.
P. ¿Cuál es la chapuza más grande del Gobierno valenciano?
R. Habernos endeudado en una época de crecimiento económico. Uno puede endeudarse cuando las cosas no van bien, pero es inadmisible una deuda de dos billones de pesetas, que nos convierte en la autonomía más empeñada en relación a su PIB. Ésa es la gran chapuza, porque además se ha producido sin mejoras sustanciales en nuestros servicios básicos. En parte, Zaplana y su Gobierno dejan a los valencianos una pesada hipoteca.
P. ¿Cómo ha tratado el Gobierno de José María Aznar a los valencianos?
R. Hemos estado a la cola en los grandes proyectos. El AVE, por ejemplo, no ha estado en el centro de las prioridades del Gobierno. Tendrá AVE Málaga, Valladolid, Galicia, Toledo, pero no la Comunidad Valenciana. Además, en los Presupuestos generales del Estado, la valenciana ha sido una de las autonomías olvidadas. Somos un 10% en casi todo, población, aportación al PIB... y, sin embargo, nunca hemos pasado en estos siete años de una aportación directa [presupuestaria] del 4%.
P. ¿Qué modelo de Estado defiende?
R. Un modelo que avance hacia un federalismo cooperativo. Hay una realidad autonómica y una capacidad de autogobierno muy consolidada en España y sólo nos falta un espacio que el Gobierno del PP se niega a propiciar, que es un Senado convertido en cámara de representación territorial, donde esta realidad plurinacional tenga un espacio de encuentro con el Estado.
P. El PP insiste en que el Plan Hidrológico (PHN) y el AVE están en peligro si gobierna. ¿Lo estarían?
R. No. En lo único que discrepamos en el AVE es en los trazados oficiales. Es necesaria una alternativa que no parta en dos comarcas como L'Horta o la Vega Baja. El AVE existe en nuestras prioridades pero con una visión diferente. Del PHN, lo importante no es si plan sí o plan no, sino cómo traemos el agua. Los socialistas proponemos una alternativa que da más agua y en menos tiempo.
P. ¿Quién ha sido su mayor oponente en esta campaña, el ex presidente de la Generalitat Eduardo Zaplana o Francisco Camps?
R. Zaplana, porque vista la fuerza que ha tomado el PSPV-PSOE, ha tenido que bajar a la arena para defender lo que su candidato no era capaz de hacer. Zaplana tiene claro que se juega su futuro político en esta comunidad y por eso ha hecho más de candidato que el auténtico candidato.
P. ¿Cuál es su aportación al partido?
R. El trabajo desde la humildad. Es importante que la ciudadanía nos vea a los políticos como personas normales, dispuestas a reconocer los errores y a trabajar. Desde esa opción hemos conseguido una alternativa, que será la gran sorpresa en España, porque vamos a ganar las elecciones y creo que será el anticipo del cambio en 2004.
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