Mas añora la ERC de Barrera porque "estuvo a la altura de las circunstancias" al apoyar a CiU
"Es un partido sediento de poder al que sólo le interesa tocar chicha", dice el 'conseller en cap'
A tres días de las elecciones, Convergència i Unió (CiU) lanzó ayer la llamada al voto útil nacionalista. "Votar a Esquerra Republicana es dividir el voto nacionalista", afirmó el secretario general de Convergència, Artur Mas. Los líderes de CiU añoran los tiempos en que Esquerra Republicana (ERC) estaba dirigida por Heribert Barrera y actuaba como un satélite de la coalición encabezada por Jordi Pujol. Mas recordó que en 1987 la ERC de Barrera apoyó la Ley de Consejos Comarcales que hace pocas semanas ha sido modificada por el Parlament con el concurso de ERC y contra el criterio de CiU. "Basta ya de ingenuidad; ERC es un partido sediento de poder al que sólo le interesa tocar chicha", afirmó.
CiU nota que ERC le pisa los talones en localidades de la Cataluña interior, como la que el secretario general de CiU y conseller en cap, Artur Mas, escogió para lanzar este mensaje: La Seu d'Urgell. En La Seu hay una dura pugna entre el socialista Joan Ganyet y el republicano Jordi Ausàs, en la que la máxima aspiración de CiU es conseguir una posición de bisagra.
También les preocupa que ERC se incline por formar mayorías de izquierdas en los ayuntamientos. Eso llevó a Mas a obviar la historia y advertir a los electores nacionalistas de que si votan a ERC, los republicanos utilizarán estos votos "para hacer lo que han hecho siempre: dar el poder al PSC". Prescindió de que fueron precisamente los votos de ERC en el Parlament los que dieron la presidencia a Jordi Pujol en 1980 a pesar de que existía matemáticamente la posibilidad de formar una mayoría de izquierdas entre ERC, el PSC y el PSUC.
El secretario general de CiU acudió a La Seu en un helicóptero puesto a su disposición por la Generalitat desde Benissanet (Ribera d'Ebre), donde se reunió, en calidad de conseller en cap, con los payeses que han perdido sus cosechas por la granizada del lunes. Llegó a media mañana, hizo un recorrido electoral y almorzó con los candidatos de CiU en el Alt Urgell. Ante unas 150 personas, Mas atacó una vez más a los demás partidos catalanes por haber reformado la Ley de Consejos Comarcales y utilizó este argumento como demostración de que existe una alianza para debilitar al nacionalismo.
Los sujetos principales de esta alianza son el PP y el PSOE, explicó. Son dos partidos que comparten una misma idea de España, en la que no cabe el nacionalismo catalán. "Quieren una España con sólo dos colores, el azul y el rojo, y quieren acabar con la anomalía que significa la fuerza del nacionalismo en Cataluña y Euskadi". Lo que marca la diferencia de Cataluña es, destacó Mas, la existencia de CiU como fuerza política. Por esto es más lamentable el papel de ERC, argumentó, al pactar con los socialistas. En la época en que estuvo dirigida por Barrera, dijo Mas, "ERC estaba a la altura de las circunstancias".
El conseller en cap explicó que el pacto entre el PP y el PSOE incluye un reparto tras las próximas autonómicas: Jaime Mayor Oreja, lehendakari del País Vasco, y Pasqual Maragall, presidente de la Generalitat. Mas dijo que quizá no sea un pacto escrito, pero recordó que el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, ha reconocido su acuerdo con los populares en la política vasca.La participación de Zapatero en el mitin de ayer en Barcelona dio pie a Mas para advertir de que, para los socialistas y el PP, Cataluña "es sólo una pieza para la batalla que de verdad les interesa, que es la de La Moncloa".
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