El Congreso de EE UU aprueba un recorte fiscal inferior al que reclamaba Bush

El Senado y la Cámara de Representantes alcanzaron ayer un principio de acuerdo sobre el plan de estímulos a la economía de George Bush que deja el recorte de "al menos 550.000 millones de dólares" reclamado por el presidente en 382.800 millones. El acuerdo se acerca a los términos restrictivos del Senado, que exigía no más de 350.000 millones. A cambio, los senadores renuncian al plan de eliminar temporalmente el impuesto sobre dividendos, que serán gravados con un 15%, como pedía la Cámara, cuyo recorte inicial era de 550.000 millones.

El presidente tuvo que poner buena cara pese a no haber logrado satisfacción en el Congreso, cuyas dos Cámaras se han negado a concederle las rebajas fiscales que reclamaba para, según él, estimular la economía. Bush empezó pidiendo 726.000 millones de recortes en diez años, en los que incluía la gran innovación de eliminar el impuesto sobre dividendos. Ante la resistencia del Congreso, se resignó a reclamar "al menos 550.000 millones", sin aludir ya a la plena desaparición del gravamen sobre dividendos, que en esas condiciones no podría ir más allá de la mitad.

Recorte aprobado

El Senado aprobó un recorte de 350.000 millones, que no satisfacía en la cantidad al presidente, pero aceptaba la reducción del impuesto a la mitad este año y su eliminación en los dos próximos ejercicios. La Casa Blanca consideró que esa cláusula abría un resquicio a la permanencia del recorte a partir de 2007. El presidente tiene que conformarse ahora con un paquete que es la mitad de lo reclamado. A cambio ha conseguido que un asunto que no existía antes de enero, el fin de la taxación sobre dividendos, sea tema de debate y quede sobre la mesa para el futuro.

Comisiones de ambas Cámaras llegaron el martes por la noche a un acuerdo entre los conflictivos planes aprobados por cada una. Los 382.800 millones superan el límite de los 350.000 que uno de los senadores republicanos contrarios a la generosidad presidencial, George Voinovich, dijo que era el máximo tolerable. El conflicto queda ahora reducido a una cuestión semántica, porque el exceso ha sido catalogado como gastos de ayuda a los Estados y ayudas a las familias con hijos. En lo que están de acuerdo ambas Cámaras es en acelerar las rebajas previstas en el IRPF, recortar el gravamen a las parejas con dobles ingresos, aumentar a mil dólares las exenciones por hijo y elevar hasta 100.000 dólares las deducciones en las pymes.