Poca broma, ¿eh? (a propósito de Alicia)
Tengo un buen amigo en Barcelona que cuando quiere que repare, me fije o no pase por alto algún hecho que él considera relevante , utiliza una simpática muletilla: "Poca broma, ¿eh?", me dice.
Hoy lunes 19 de mayo no estoy precisamente con demasiadas ganas de broma, en la acepción normal del término. Los titulares de la primera página de la prensa de ayer y hoy parecen presagiar una reedición del triunfo de la derecha el próximo domingo. Quizá los indecisos reaccionen (¡¡ojalá!!) pero hay que reconocer que incluso los muy prudentes como un servidor esperaban unos pronósticos más alentadores después del sinnúmero de despropósitos con que el PP nacional y regional ha tenido a bien obsequiarnos en los últimos tiempos. Pero quizá hayamos vendido demasiado pronto la piel del oso... Si se cumplen los pronósticos que anticipan las encuestas disponibles, les avanzo que, además de felicitar como está mandado al ganador, mi perplejidad se va a disparar a cotas inmarcesibles que, al no poderse marchitar como indica el adjetivo, me sumirán en un estadio catatónico y mis ojos permanecerán por siempre extremadamente abiertos en un rictus de cómica incredulidad.
"Oportunidades, claro que ha habido. Sólo hay que dilucidar para quién"
"El número de estómagos agradecidos que viven de las prebendas se cuentan por millares"
Pero eso será el día D+1. Hoy es día D- 5 y creo que todavía me quedan fuerzas para, haciendo caso a mi amigo, exclamar el "poca broma, ¿eh?", a propósito de un vil y abyecto artículo de opinión suscrito por doña Alicia de Miguel y publicado por EL PAÍS el pasado Jueves 15 de mayo con el sugerente título de No hay que tenerle miedo a la libertad. El artículo es vil y abyecto (sinónimos de innoble) no porque mantenga posiciones diamentralmente opuestas a las mías, cosa que me reconforta, sino porque tiene truco, trampa y no poca doblez. No soy especialista en análisis del lenguaje y pido perdón a los expertos por mi torpeza, pero en mi modesto entender, el mencionado artículo es una inteligente y ponderada combinación de supuesta "modernidad" (el propio título es made in Eric Fromm, las referencias a Ralph Darendorf, Willy Kymlicka, el tándem Tony Blair-Gordon Brown como inspiradores del "nuevo laborismo"...), un panegírico infumable, falso y, por tanto, irritante de las virtudes del centro reformista y de la sociedad de las oportunidades con que nos ha solazado el PP y, en tercer lugar, unas arteras, demagógicas y mal intencionadas diatribas sobre la vetustez y obsolescencia de una trasnochada izquierda.
Querida Alicia. Pase lo que pase el próximo domingo tu artículo entrará, puedes estar segura, en los anales de la intoxicación informativa y ése es un honor al que no todos podemos acceder. Me gusta razonar mis juicios de valor (perdona que te tutee pero yo ya no cumpliré los cincuenta y si las fotos y las vista no me engañan soy algo mayor que tú ) y por ello quiero contestarte en los tres campos que tú has elegido. Empezando por la modernidad y por la implícita referencia a Eric Fromm, no creo que se le pueda achacar a la izquierda española y valenciana miedo a la libertad cuando desde principios de los setenta las calles estaban como estaban porque un personaje muy respetado por tus jefes de fila, de nombre Francisco Franco, tenía alergia a la libertad. Además, si sutilmente intentas que el lector identifique libertad con liberal y con antiestatal (por aquello del centralismo totalitario del caído régimen comunista y la estatalización abusiva), permíteme recordarte que el carácter liberal del PP da, simplemente, risa, porque el número de estómagos agradecidos que viven de las prebendas de los presupuestos y de la imparable deuda en la que nos habéis enrolado se cuentan por millares. Liberal, en el sentido más noble de la palabra, es el respeto al individuo y a sus derechos como persona y en ese campo, como luego apuntaré, no es que os hayáis lucido demasiado.
Por lo que al panegírico se refiere yo no hubiera podido salir a la calle el día 10 y exponerme a las iras o a la chanza de los lectores de frases tan hard como: "Personas cuya calidad de vida ha erosionado la división tradicional entre la izquierda y la derecha..."; "El nuevo centro reformista del Partido Popular ha demostrado en los últimos ocho años, desde 1995 con Eduardo Zaplana en la Comunidad Valenciana y desde 1996 en España con José María Aznar que se puede ser a la vez eficaz , comprensivo y competente..."; "hemos reivindicado aquello que era bueno para las personas: dotarlas de un entorno de oportunidades para decidir mejor y más libremente...". Me ahorro la reproducción literal del "hay más" colegios, institutos, profesores , calidad de enseñanza, hospitales, médicos, centros de salud, centros de la tercera edad, empleo (y menos impuestos) por razones de espacio y de vergüenza ajena.
No sé si será el sueldo, gajes del oficio o convicción personal pero cuando quiera la autora del panegírico hablamos de la sociedad de las oportunidades de la que hemos gozado bajo la advocación de el hombre que tenía un sólo perfil. Puede elegir campo de juego: los enfermos mentales, los mayores que necesitan asistencia, las listas de espera, el fracaso escolar, la magnífica Ley de Pilar la Roja, la duración media de los contratos temporales y el predominio aplastante de los contratos basura, la manipulación de los datos de paro, la inexistente política de vivienda, la connivencia con el capital inmobiliario,el vista a la izquierda (!!arr¡¡) ante los problemas de la inmigración, la vergüenza de Canal 9... Oportunidades claro que ha habido. Sólo hay que dilucidar para quién.
Por último, Alicia, te podrías haber ahorrado algunos comentarios demagógicos e hirientes. La izquierda española no ofrece ni desea a los españoles que vivan en los arrabales húmedos de Santiago de Cuba pero vuestros amigos americanos saben mucho de las causas de favelas y ranchitos. No sé que tiene que ver el "icono" del Che Guevara con "el revolteo al viento de las banderas tricolor de la Segunda República Española". La Segunda República fue una gran esperanza de la que todavía hemos de aprender mucho y que fue brutalmente truncada por un dictador asesino que dio un golpe de estado contra el orden constitucional legítimo. El jinete del fascismo recorría Europa y no pudo ser. Pero de icono nada, monada. Alicia, agita cuanto quieras el fantasma del miedo a que gobiernen juntos "socialistas, comunistas , republicanos y ecologistas de izquierda. Un batiburrillo de siglas perdidas en el laberinto de la historia".
Quizá asustes a alguien pero ya quisiera yo que la izquierda se dejará de "matices" e hiciera frente común a la única derecha que sois vosotros. Y te puedo asegurar que el único batiburrillo fehaciente es el que reina en tu cerebro y, puestos a hacer poesía, en el laberinto de la historia nos encontraremos una y mil veces los que defendéis los intereses creados y aquellos que nos creemos eso de los derechos humanos (aquí y en el planeta) y que el lugar donde uno nace no es justo que determine ineluctablemente que tenga oportunidades o que esté condenado al hambre, la miseria y la desesperación. Seguro que nos encontramos.
Josep Sorribes es profesor de Economía Regional y Urbana de la Universidad de Valencia.
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