Felip Puig impide la firma del consorcio de alta velocidad de Barcelona

El consorcio que debe construir la alta velocidad en Barcelona, dirigir las obras de la estación de Sagrera y propiciar la reurbanización en este barrio y en el de Sant Andreu tendrá que esperar. Fomento había convocado para hoy el acto de constitución de la entidad, pero el consejero de Política Territorial, Felip Puig, ha aducido que no puede ir ni delegar en otra persona. A la hora prevista para la firma, Puig tiene previsto un "café en el paseo de Navàs".

Fomento anunció hace más de 10 días su intención de convocar para hoy a las tres administraciones (los gobiernos central y autónomo y el Ayuntamiento de Barcelona) con el objetivo de firmar el acta de constitución del consorcio. La respuesta de Felip Puig fue que no era posible. Ni él ni el secretario de Movilidad podían acudir. El Departamento de Política Territorial se limitó ayer a decir que el consejero tenía previstos actos inaplazables en las comarcas del Bages y Berguedà.

La agenda del consejero, según la web de CiU, es la siguiente: a las 9.15 horas firmará un convenio en Sallent para reformas en una ermita; el resto de actos los realiza a título privado: desayuna con los tenderos de la población a las 9.30; a las 11.30 visita el mercado de Avinyó y a las 12.45 horas, el de Navàs, donde come con empresarios y luego toma café en el paseo a la hora prevista para la firma del consorcio. Luego pasea por Porreig y más tarde acude a un mitin de CiU en Berga.

El secretario de Movilidad, Antoni Lluch, está en Múnich promocionando los aeropuertos catalanes, sobre los que el Gobierno autónomo carece de competencias. La Delegación del Gobierno en Cataluña y el Ministerio de Fomento mantuvieron la convocatoria del acto hasta última hora para ver si finalmente Puig decidía modificar su agenda o delegar en alguien. No fue el caso y a media tarde de ayer desconvocó al acto, al que iba a acudir el secretario de Estado, Benigno Blanco. Por el Ayuntamiento de Barcelona estaba prevista la presencia del alcalde, Joan Clos, y del primer teniente de alcalde, Xavier Casas.

Fue Casas el encargado de expresar el malestar que produjo la actitud obstruccionista de Puig, cuyas decisiones calificó de "erráticas". "Acusa a todo el mundo de los retrasos del tren de alta velocidad mientras que, con los hechos, demuestra muy poco interés por sacar las cosas adelante".

Un portavoz de Felip Puig aseguró que el Gobierno catalán no pretende aplazar nada, simplemente, el consejero tiene problemas de agenda, pero en las negociaciones el trabajo ha sido normal. Adujo, además,que la fecha no era definitiva. Una nota oficial emitida a última hora atribuía las declaraciones de Casas al "nerviosismo electoral" de los socialistas.

Las negociaciones se arrastran desde junio del pasado año. El Ayuntamiento dio el visto bueno hace varios meses; los gobiernos central y autónomo, hace semanas. La constitución del consorcio es imprescindible para que puedan iniciarse las obras del tren de alta velocidad en la ciudad de Barcelona ya que coordinará la totalidad de actuaciones.