Clinton deja a su sucesor la decisión final para poner en marcha el escudo antimisiles
Los repetidos fallos en las pruebas experimentales y la oposición frontal de Rusia y China, junto con la inquietud de sus aliados europeos, han llevado al presidente de EE UU, Bill Clinton, a dejar a su sucesor la decisión definitiva sobre la puesta en marcha del escudo contra misiles de largo alcance. El demócrata Al Gore o el republicano George Bush tendrán que decidir si ordenan la instalación del Sistema Nacional de Defensa frente a Misiles tras las elecciones. Clinton anunció ayer en Washington que no iba a autorizar al Pentágono un contrato para construir en Alaska un sistema de radares, primer paso en la llamada guerra de las galaxias. El presidente ruso, Vladímir Putin, se apresuró a saludar su decisión.
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