Sebastià Alzamora gana la Flor Natural y Pep Rosanes-Creus el premio Verdaguer

El poeta Sebastià Alzamora fue distinguido ayer con la Flor Natural de los Juegos Florales de 2003, dotada con 8.000 euros, por el libro El benestar, que publicará próximamente Edicions Proa. Alzamora, nacido en Mallorca en 1972, es licenciado en Filología y fue mantenedor de este galardón que concede el Ayuntamiento de Barcelona en las ediciones de 1997, 1998 y 1999. En la actualidad ejerce el cargo de delegado del Libro del Departamento de Cultura de la Generalitat. El escritor, cuyo último libro, Mula morta (Proa), apareció en el año 2001, concurrió al certamen junto con otros 72 poemarios.

Además de la Flor Natural, en el acto celebrado ayer por la tarde en el Saló de Cent del Ayuntamiento se entregaron otros dos galardones: la Englantina d'Or, que recayó en Carles Solé Fajardo por El cant de l'adolescència, y la Viola d'Argent, que fue para Lena Paüls por Temps de penyora, ambos dotados con 4.000 euros. Solé Fajardo (Lleida, 1968) es licenciado en Ciencias Químicas y con anterioridad había quedado finalista del premio Màrius Torres en dos ocasiones. Por su parte, Paüls (Reus, 1952) también es licenciada en Filología y esta es su primera obra poética.

Asimismo, en la convocatoria de este año se había instituido la concesión de un premio extraordinario dedicado a la memoria de Jacint Verdaguer, como parte de las conmemoraciones del centenario de su muerte. El premio, dotado igualmente con 4.000 euros, iba destinado a un poema breve (no superior a 50 versos) de temática verdagueriana, que finalmente fue concedido a Pep Rosanes-Creus. Nacido en Manlleu en 1952, curiosamente en la misma comarca que Verdaguer, Rosanes-Creus es licenciado en Filología y presentó al premio una composición con el significativo título de Sóc un cuc. Debutó literariamente en 1993 con el libro La venjança de l'eunuc.

El jurado de los Juegos Florales de 2003 estaba formado por Sam Abrams, Margarita Ballester, Isidor Cònsul, Manuel Forcano, Anna Montero y Xavier Rubert de Ventós. El tradicional balance del año poético que acompaña el acto de entrega corrió a cargo de Jordi Llavina.