Una inmigrante sufre graves lesiones al ingerir lejía para evitar ser repatriada
La mujer se coló en un baño del aeropuerto, donde esperaba un vuelo junto a sus dos hijos
Una inmigrante marroquí de 30 años sufrió graves lesiones internas el pasado sábado, tras ingerir el contenido de una botella de lejía, mientras esperaba el vuelo en el que iba a ser devuelta a su país por las autoridades españolas, junto a sus dos hijos, desde Lanzarote.
Fuentes sanitarias informaron de que el intento de acabar con su vida no era más que una decisión desesperada para evitar ser repatriada.
Los hechos se produjeron en uno de los baños de la sala de rechazados del aeropuerto de Lanzarote, donde la mujer se introdujo cuando aguardaba el momento de embarcar en un vuelo que, custodiado por agentes del Cuerpo Nacional de Policía, iba a trasladar a 18 inmigrantes marroquíes a Melilla.
Una vez en la ciudad norteafricana, iban a ser conducidos hasta la frontera de su país y pasar a disposición de las autoridades.
Tras dejar al cuidado de los otros pasajeros y compatriotas a sus dos hijos, ambos de corta edad, la mujer se introdujo en el aseo e ingirió todo el contenido de una botella de lejía que había en su interior, según precisaron fuentes sanitarias.
Pero su tardanza comenzó a despertar sospechas, por lo que miembros de las autoridades que la custodiaban procedieron a entrar en el cuarto de baño y descubrieron el lamentable estado en el que se encontraba la mujer en su interior.
Inmediatamente solicitaron la asistencia sanitaria de una ambulancia, que la trasladó de urgencia al Hospital General de Lanzarote, situado en la capital de la isla, Arrecife.
Ingresada en el hospital
Hasta el momento se sabe que la mujer permanece ingresada en dicho centro hospitalario y, pese a tener lesiones internas de consideración, evoluciona favorablemente, según indicaron fuentes sanitarias.
El suceso llevó finalmente a las autoridades a aplazar el vuelo en el que la mujer iba a ser devuelta a Marruecos junto a otros 17 compatriotas y sus dos hijos pequeños. Por este motivo, todo el resto del pasaje, incluidos los dos pequeños, se encuentran hasta el momento bajo custodia policial.
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