Responsables de Turismo de toda España piden la licenciatura para competir en Europa

En los albores de la entrada en vigor del espacio europeo de enseñanza superior, que marca la Declaración de Bolonia, e inmersos en una economía de traslado de equipos a otros países afloran desfases como el que afecta a los diplomados en Turismo españoles, que no pueden competir en la Unión por carecer de titulación superior, como sus colegas. Por eso, 70 decanos, directores de escuelas y coordinadores de la titulación, en representación de las 44 universidades españolas públicas y 28 escuelas privadas, acordaron en el IV Encuentro de Diplomaturas de Turismo de las Universidades Españolas, organizado por la Universitat de València

entre el 15 y 16 de mayo, elevar a la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) "una propuesta formal que recoja las aptitudes, habilidades y competencias que debería contemplar el ciclo superior de Turismo", concluye uno de los organizadores de las jornadas, José María Nacher. Para acabar de perfilar el documento que "está muy avanzado", según Nácher, se celebrará una reunión en la Universidad Autónoma de Madrid, el próximo 18 de junio.

Los dirigentes españoles, con el reto europeo a la vista, aprovechan el momento actual para reorientar los estudios. La petición apremia, prosigue la vicedecana de la Facultad de Economía de la Universitat, donde se imparte la diplomatura, Clara Martínez por la coyuntura: Mientras otras universidades europeas están sentando las bases sobre la división de los dos ciclos, aquí el dilema atraviesa otros derroteros, si los diplomados podrán acceder a un grado superior.

La inexistencia de licenciatura alumbra otras exclusividades en España. La mayoría de los docentes se han formado de manera autodidacta y provienen de otras licenciaturas. "Hasta que se cree el segundo ciclo específico, solicitamos que se articule como medida transitoria que los diplomados puedan licenciarse en especialidades compatibles, como Investigación y Técnicas de Mercado", exhorta Martínez.

Los asistentes opinan que los estudios oficiales de Turismo en España surgieron con retraso y "cojos", al quedarse en diplomatura. Se da la paradoja que para un destino líder en el sector, como es España, los estudios universitarios sólo tienen un sexenio de vida.

"Hasta ahora el turista se conformaba con los atractivos naturales y servicios elementales, pero el turista se ha hecho selectivo", opina Nácher, lo que conlleva la aparición de empresarios que buscan calidad en el servicio. De ahí que la Universitat haya invitado a las empresas para que expresen qué precisan y eliminar esa desconfianza hacia las universidades como instituciones alejadas de la realidad. Por el momento no existen estudios de inserción laboral aunque domina la impresión entre las universidades de que las pequeñas empresas encorsetan a los titulados en puestos inferiores.

Todas las universidades valencianas han implantado la diplomatura de Turismo. La mayoría tienen centros adscritos privados. La Universitat de València integró a Florida; la Universidad Miguel Hernández, a la valenciana Estema, y la Politécnica de Valencia adscribió en 2000 al campus de Gandia el Centro de Estudios Pax, que fue fundado en 1966, siendo el primero en Valencia en ofrecer una formación universitaria en Turismo. Ante la carencia de la licenciatura, cuatro universidades españolas, entre las que se encuentra la Universidad de Alicante, imparten un título propio superior en Turismo, sin reconocimiento del Ministerio.

Pero, además, el congreso valenciano ha servido para detectar la importancia que las prácticas tienen en Latinoamérica, muy por delante de Europa. "En nuestro plan de estudios los alumnos cursan 1.820 horas prácticas. El primer año son prácticas de familiarización, donde el estudiante hace camas y pela papas", dijo con su acento cubano José Miguel Mesa, de la Escuela de Altos Estudios de Hostelería y Turismo de La Habana. Guillermo Nova, de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, de la Universidad Austral de Chile abundó en la importancia que reviste el conocimiento de un servicio para gestionarlo. En su facultad, la diplomatura que se imparte desde hace 13 años dura cuatro años y medio. Nova reveló que el 89% de los titulados está trabajando, pero reconoció que ignora las condiciones.

Por otra parte, el retraso de los estudios universitarios españoles pone de manifiesto la falta de tradición investigadora en este campo. Si bien es cierto que proyectos como la Fundación Cavanilles de Altos Estudios Turísticos, creada bajo el patrocinio de la anterior Generalitat Valenciana y relacionada con la Agència Valenciana del Turisme y las universidades de Alicante, València y Jaume I ha promocionado la investigación. Recientemente, esta fundación celebró unas jornadas para proponer la creación de un Observatorio Valenciano de Turismo.