El mal negocio de 'Operación Triunfo'
La segunda edición del concurso de TVE cuesta más dinero y tiene menos audiencia que la primera entrega
La cuenta atrás ha comenzado para Beth, la representante de Televisión Española en el Festival de Eurovisión, un renacido certamen musical que se celebrará el próximo sábado en Riga, la capital de Letonia. También es tiempo de espera para José Luis Uribarri, que un año más (y van 18) comentará en La Primera el desarrollo del eurofestival.
Nacida hace 20 años en Suria (Barcelona), Beth ha sido pulida musicalmente en Operación Triunfo, el concurso producido por Gestmusic-Endemol que por segundo año consecutivo proporciona a un cantante desconocido el pasaporte para Eurovisión. En la edición anterior, la suerte sonrió a la granadina Rosa, que finalmente consiguió un digno séptimo puesto en la competición paneuropea.
Beth representará el próximo sábado a TVE en el Festival de Eurovisión
Más allá del trampolín que OT ha supuesto para un puñado de jóvenes -con centenares de miles de discos vendidos y arrasando en los primeros puestos en las listas de éxitos-, el programa se convirtió en un fenómeno social que arrastró audiencias millonarias. Este impacto, sin embargo, se ha eclipsado parcialmente durante la segunda temporada. OT ha perdido más de un millón de espectadores. La media de audiencia de las galas de lunes en su primer pase fue de 6.767.000 espectadores (43,7% de cuota de pantalla), cifra que bajó a 5.610.00 (36,5%) en la segunda edición. Los resúmenes nocturnos de La 2 han seguido la misma tendencia bajista. Si en OT-1 la media superaba los tres millones de fieles (19,5% del total de la audiencia), OT-2 reclutó casi la mitad (1.811.000 y una cuota del 11,8%), según datos de Sofres analizados por Corporación Multimedia.
Lejos quedan los casi 13 millones conseguidos en febrero de 2002 en La Primera, cuando el público aclamaba en la final a Bisbal, Bustamante y Rosa. En esta edición, la cota de audiencia de OT está en 7.764.000 personas (enero de 2003). Los expertos aseguran que esa caída está relacionada con los propios contenidos del programa. "Los concursantes de la segunda edición no resultan tan entrañables para la audiencia como los de la primera. Son más profesionales, más fríos y tienen más claro su objetivo en el concurso. La identificación emocional del público se resiente", comenta una analista de Corporación Multimedia. Subraya, sin embargo, que el formato del programa (puesta en escena, realización, ritmo) es en la actual fase mucho más elaborado que en la inicial.
Operación Triunfo se ha visto aquejado del lógico proceso de desgaste de un fenómeno televisivo que irrumpió con una fuerza insólita. Además, ha perdido público en su principal granero: los jóvenes con edades comprendidas entre 13 y 24 años. En este segmento demográfico, el descenso supera el 10%. La perdida audiencia resulta más preocupante si se tiene en cuenta que en esta temporada el presupuesto de OT se ha incrementado sensiblemente. El entonces director de TVE, Álvaro de la Riva, firmó en octubre de 2001 un contrato con Gestmusic-Endemol que incluía dos fases: la A, de preparación del programa (retribución correspondiente a los gastos iniciales: construcción de la academia y selección de los 16 participantes), por un importe de 1.518.706 euros, y la B, de desarrollo, por un total de 4.791.920 euros, cantidad que cubría los gastos derivados de la producción de las galas y los resúmenes diarios. Así, cada programa de los lunes tenía un coste de 342.280 euros.
Por el "indudable éxito y destacada repercusión social" de OT, la cadena pública firmó en 2002 varias adendas a aquel contrato que incrementaban notablemente el precio del programa. Las sucesivas galas especiales se pagaron a 450.759 euros, salvo la de Navidad, que ascendió a 601.012. Para la temporada 2002-03, el precio de cada una de las galas ordinarias semanales (resúmenes y conexiones incluidas) se incrementó hasta los 590.000 euros. Las emisiones de Triunfomanía se valoraron en 230.000 euros por unidad.
Los audímetros dictaminarán el próximo sábado si la operación Beth es capaz de superar la marca de Rosa, que en mayo de 2002 conquistó 12.755.000 personas en la gran fiesta del añejo Festival de Eurovisión.
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