"El electorado distingue entre la guerra de Irak y la otra"

Ramón Rabanera (Vitoria, 55 años) confía en que su gestión en la última legislatura de la Diputación de Álava pese más en el electorado que asuntos como la guerra de Irak o el Prestige. El candidato del PP a la reelección como diputado general cree que la elección debe ser: plan de Ibarretxe sí o no.

Pregunta. ¿Será de nuevo el PP la lista más votada en Álava?

Respuesta. Espero que sí. Hay mucho sentido común en el territorio alavés. Ya no somos una incógnita, como hace cuatro años. Hemos demostrado una gestión razonablemente buena, ahí están todos los parámetros en paro, inversiones, infraestructuras,... El PP ha gobernado con toda normalidad y naturalidad. No ha pasado nada desagradable, al contrario. Este territorio es el más amable de los tres, donde menos crispación y menos división de la sociedad ha habido. Todo eso será premiado por los ciudadanos.

"Cuando se piden los votos del mundo radical, estás atado a ETA para siempre"

P. ¿Y no le castigarán por la guerra de Irak?

R. Seguro que no nos va a favorecer en nuestras expectativas. Pero el electorado distingue perfectamente y votará otra guerra que existe en el País Vasco, que es el conflicto con el plan de Ibarretxe. La gente está muy concienciada de que Álava es el territorio donde el plan puede quedar varado, frenado. Si un territorio como éste dice que no, difícilmente puede salir adelante.

P. Los nacionalistas dicen que no se votará en Álava, sino en el Parlamento vasco.

R. Eso dicen ahora. Cuando presentaron las candidaturas defendían lo contrario. En estas elecciones, desgraciadamente, no se habla de gestión, de vivienda o de infraestructuras. Hay algo más, que es el plan de Ibarretxe, que distorsiona toda la política y produce incertidumbre.

P. Esa oposición al plan le une al PSE-EE, pero los socialistas han lanzado un órdago al Partido Popular: esta vez quieren gobernar ellos en Álava, con el apoyo del PP.

R. No sé a quién le tocará gobernar, eso lo deciden los ciudadanos. Yo voy a apostar por que todas las instituciones donde forman mayoría entre socialistas y PP tengan gobiernos que defiendan el Estatuto, la Constitución y el Estado de Derecho. Pero la forma en que se produzca ese acuerdo, lo decidirán los ciudadanos el día 25.

P. ¿Quiere decir que hay que respetar la lista más votada?

R. O los acuerdos que sean correspondientes según la diferencia que haya habido entre unos y otros. Pero el día 26 empezaremos a ver cuál es la forma de gobierno. El Partido Popular está abierto a todas las posibilidades, siempre con un compromiso claro: que las instituciones importantes de Álava estén gobernadas por los que queremos el Estatuto y la Constitución.

P. ¿Deja eso una ventana abierta a que el PP, incluso teniendo más votos que los socialistas, les cediera el Gobierno foral?

R. Creo que no, y si tenemos más votos, el Ayuntamiento tampoco. Pero no quiero adelantar situaciones.

P. Si no llegan a un acuerdo, podría darse lo que no desean, que gobierne el PNV y EA.

R. La cuestión está en que los nacionalistas, con el camino que llevan, no van a contar con nosotros. Que cambien por fin de una vez. Lo único que están consiguiendo es crispar más a la sociedad, dividirla y perder territorio. Estoy convencido de que Álava seguirá gobernada, de la forma que tenga que ser, por los que defendemos la Constitución.

P. ¿A dónde irán en Álava los votos de Batasuna?

R. Estoy convencido de que muchos votarán al PNV, porque en Álava ven con más riesgo que la opción no nacionalista pueda ganar. Así se lo están pidiendo los dirigentes nacionalistas. Pero digo al PNV que pedir ese voto es tener ataduras con el mundo radical. Que no crean que les saldrá gratis los votos de ETA. Y que también lo sepan los ciudadanos alaveses. Cuando se piden los votos del mundo radical, estás atado a ETA para siempre.

P. Dice la oposición que, pese a que el PP tiene mucho interés electoral en Álava, no se ha traducido en inversiones.

R. No es cierto. Nunca como ahora se ha traído tanto dinero. Y lo voy a explicar: Artium, 1.200 millones de pesetas; Catedral Vieja, 1.400 millones; regadíos, más de 10.000 millones, y ahora un compromiso de cerca de 20.000 millones para el soterramiento del tren, más la cesión de los terrenos por parte de Renfe. Todos podríamos ser más exigentes, y creo que lo hemos sido. El Gobierno central ha apoyado al territorio. Ni en la época del PSE, cuando gobernaba el pobre Fernando Buesa, se trajo tanto dinero.

P. ¿No está demasiado crispada la relación con el Gobierno vasco?

R. Hemos demostrado un respeto a las instituciones. Ya me gustaría que el Gobierno vasco fuera tan respetuoso con otras instituciones como lo hemos sido nosotros con ellos. En el Concierto Económico se me dijo que estaba vendido a Madrid, y creo que fui fundamental para llegar al acuerdo. Y ahora, el PNV me da la razón de que hay que bajar las aportaciones de las diputaciones al Gobierno vasco.