Las comisiones también cuentan
Bancos y cajas ingresaron 13.020 millones de euros el año pasado
Las entidades financieras no sólo dispensan dinero, también servicios, y eso tampoco lo hacen gratis. Cada vez es más importante el peso de las comisiones en la cuenta de resultados de los bancos y cajas, hasta el punto de convertirse en una rúbrica fundamental para mejorar los márgenes, sobre todo en épocas difíciles para el negocio bancario como la presente.
Las críticas más comunes a las comisiones que aplican las entidades financieras son falta de transparencia y tarifas excesivas
Hoy, el usuario de servicios financieros sabe que tiene que pagar unas comisiones por ser titular de una cuenta o de una tarjeta de crédito. Si, además, es titular de un fondo de inversiones o dispone de una cuenta de valores, o de una hipoteca, que se suele acompañar de otros productos financieros, este usuario se convierte en un preciado tesoro para cualquier entidad financiera. Los tiempos en que los bancos o las cajas ofrecían sus servicios prácticamente gratis (y la remuneración de los depósitos era cero) han terminado, como ha terminado el modelo de negocio bancario llamado del 3-8-3 (tomo dinero al 3%, presto al 8% y a las 3.00 estoy en el green).
En la actualidad, los bancos se parecen cada vez menos a ese modelo que tan eufemísticamente definió un banquero anglosajón porque ya no son meros intermediarios financieros, los clientes están más informados y porque la competencia no se va a jugar al golf a las tres de la tarde.
Así, pues, los bancos y también las cajas se han aplicado en los últimos años en renovar su oferta de productos y en buscar instrumentos financieros que eviten pérdidas de cuota. La opción ha sido un desplazamiento hacia actividades externas al balance, como la captación de ahorro a través de fondos de inversión cuyo patrimonio gestiona el banco o la caja, pero no se contabiliza dentro de sus balances. Esta operativa de desintermediación financiera ha originado, a su vez, un efecto no menos novedoso, como es que las comisiones por la gestión de esos fondos no forman parte de la actividad tradicional (margen de intermediación), sino de la ordinaria (margen ordinario), que, en etapas de debilidad, es un eficaz amortiguador o compensador del margen de intermediación. Esta sustitución de los ingresos procedentes de la actividad tradicional por los obtenidos por las comisiones derivadas de la comercialización y gestión de fondos ha supuesto un cambio estructural en la cuenta de resultados de las entidades. En 2001, los ingresos por comisiones por la gestión y comercialización de fondos representaron alrededor del 20% del margen de intermediación para el total de bancos y cajas. En el caso de los dos grandes fue del 14,7% en el BBVA y del 11,7% para el Santander, mientras que en 2002 esta diferencia se ha estrechado, situándose en el 15,4% y el 13%, respectivamente.
Comportamiento desigual
El conjunto del sistema financiero ingresó el año pasado 13.020 millones de euros por comisiones netas, un descenso del 3,4%, de los que 9.826 millones correspondieron a la banca, y el resto, a las cajas. El comportamiento para el conjunto del sistema fue desigual, pues mientras los bancos redujeron un 7,1% interanual sus ingresos por comisiones, las cajas lo incrementaron un 8,4%.
La diferencia se encuentra en el mayor peso que tienen las comisiones en la cuenta de resultados de los bancos, sobre todo en los dos grandes, por la gestión de valores y de fondos de inversión, que después del intenso deterioro de los mercados financieros ha originado una desaceleración de esta rúbrica tras los fuertes crecimientos que registró en la segunda mitad de la anterior década, cuando inició su expansión. Por tercer año consecutivo la caída ha sido mayor a nivel consolidado por el citado descenso del negocio de las gestoras filiales de patrimonios que a nivel individual, que lo hicieron un 4% frente a un aumento casi nulo en 2001. Otras causas que están detrás de la merma de las comisiones han sido el menor dinamismo de la actividad económica; la crisis en Latinoamérica, que ha afectado de forma singular al SCH y BBVA, y la pérdida de atractivo de los productos financieros alternativos a los bancarios.
"La caída se ha producido tanto en volúmenes como en el mix de negocio, así como en medios de pago (tarjetas), que, tras un periodo titubeante, han vuelto a caer y, además, parece que hay una cierta presión social para que se reduzcan las comisiones de éstas", señala Carlos García, analista de ING.
La desaceleración de las comisiones bancarias, cuyo peso en relación a los activos totales medios (ATM) ha descendido al 1,21% desde el 1,26% en 2001, no ha logrado compensar, ni siquiera parcialmente, el deterioro del margen de intermediación, erosionado por la caída de los tipos de interés y la reducción del diferencial del negocio. Lo mismo puede decirse del margen de explotación, cuya caída del 2,7% podría haber sido mayor de no haber sido por el importante recorte de los gastos llevado a cabo por el sector, que no ha podido contar con la contribución que el margen ordinario prestó en anteriores ejercicios a la mejora de la ratio de eficiencia.
Las comisiones que aplican las entidades financieras están bajo sospecha. Las críticas más comunes son falta de transparencia y tarifas excesivas. Por imperativo legal, todas las entidades financieras tienen la obligación de comunicar al Banco de España las tarifas máximas que aplican a sus clientes y a las que se puede acceder en la página web del banco central (www.bde.es). Precisamente, acaba de aprobarse una orden ministerial que trata de introducir mayor transparencia en las comisiones que cobran las entidades en las operaciones de cajeros automáticos realizadas por usuarios que no son clientes.
"El Banco de España publicará esas cifras, pero no son accesibles. Con esta orden, un señor que se vaya de vacaciones a Huesca va a saber lo que le van a cobrar por sacar dinero de un cajero que no es de la red de su entidad habitual. Vamos a ganar en transparencia y, además, es posible que algunas redes de cajeros dejen de aplicar comisiones abusivas gracias a una mayor transparencia", afirma el portavoz de la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU), Antonio López.
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