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Crónica:FÚTBOL | 34ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

La noche de Javi Moreno

El delantero se reencuentra al fin con el gol y saca al Atlético de su interminable racha negativa

Por el lado menos esperado, por los goles que parecían más perdidos, los de Javi Moreno, el Atlético se acordó de ganar. Hacía un mundo que no lo hacía. Tanto tiempo, ocho jornadas, que el club se había enredado en una crisis enorme, con todas las partes de la casa -el presidente, el entrenador, la hinchada y los jugadores- frontalmente enfrentadas. Tanto tiempo, que Europa ya se había dado por descartada y la temporada por acabada. Y fue precisamente en ese estado, cuando surgió al fin Javi Moreno, justo el jugador impensado, una causa perdida.

Y eso que el Atlético saltó cojo al Sardinero. Sin una banda, la izquierda, en la que Luis Aragonés volvió a depositar a Movilla como extremo. Y no lo es. No es sólo que no tenga desborde, es que se le advierte forzado en todos los movimientos. Y acaba tan desquiciado que pierde precisión, aspecto en el que resulta toda una garantía cuando juega centrado, en su posición natural. Nunca dejó de intentarlo, eso sí. Sobre todo porque, pese a que era el derecho el costado por el que enseñaba peligro, el Atletico venció su juego hacia el izquierdo.

02

RACING

ATLÉTICO

Racing: Lemmens; Pineda, Moratón, Juanma, Neru; Ismael (Pablo Lago, m. 69), Diego Mateo (Nafti, m. 64); Benayoun, Javi Guerrero (Diego Alonso, m. 68), Regueiro; y Bodipo.

Atlético: Esteban; Contra, Coloccini, García Calvo, Sergi; Aguilera (Armando, m. 77), Nagore, Emerson, Movilla; José Mari (Jorge, m. 57) y Correa (Javi Moreno, m. 40).

Goles: 0-1. M. 63. Javi Moreno se apoya en Jorge, que le devuelve la pelota de cara, y conecta un derechazo raso que supera a Lemmens.

0-2. M. 73. Aguilera se hace un autopase frente a Neru, llega antes que él a la pelota y es derribado dentro del área. Javi Moreno convierte en gol el penalti con un zurdazo que dobla las manos de Lemmens.

Árbitro: Undiano. Amarilla a José Mari, Aguilera, Neru, Nagore, Coloccini, Juanma.

17.000 espectadores en El Sardinero.

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Pese a ese desajuste en la alineación, el Atlético llevó el primer tiempo bajo control. La pelota no quemaba en los pies de nadie, toda una novedad con respecto a los últimos días, y dos nombres propios se hacían notar: Emerson, que gobernaba por una vez el centro del campo, y José Mari, incansable en sus carreras y sus desmarques.

Dominaba el Atlético, pero no supo cómo volver rentable en el marcador esa ventaja sobre el juego. En parte por Correa, que enseñó ese aspecto de desgana tan suyo y que tiró las contadas ocasiones que acertaron a fabricarse los rojiblancos. Luis Aragonés, tal vez por hacer visible su malestar, sacó del campo al uruguayo en el minuto 40 e hizo salir a Javi Moreno, que a la primera, ajeno al espacio protagonista que le tenía reservado el partido, hizo una de las suyas: recibió un balón suelto en una esquina de la portería, solo, y en vez de hacia puerta, lo cabeceó hacia el punto de penalti.

Entre otras cosas, por eso el Racing, pese a gozar de menos posesión, se sintió tan cerca de la victoria como su rival. Quiso revolucionar el choque de salida, llevarlo por un ritmo disparado, pero su impulsivo comienzo se apagó al cuarto de hora. Se vio atrapado poco a poco por el paciente ejercicio de dominio del Atlético. No obstante, siempre fue directo en sus contras, muy decidido en sus contados ataques. Esteban, en todo caso, sufrió poco.

La segunda parte acentuó el guión de la primera. Aguilera estrelló un balón en el larguero a los pocos minutos, pero el Atlético, al menos jugando ya más por la derecha que por la izquierda, producía más ruido que nueces. Hasta que su técnico se dejó ver con otra decisión desconcertante pero certera: mandó a la ducha a José Mari, fiel a su teoría de que no le ve para aguantar un encuentro entero, y dio entrada a Jorge. Y Luis Aragonés ganó esta vez: casi a la jugada siguiente fueron precisamente los dos sustitutos los que se asociaron para romper el duelo.

Fue un gol bonito el de Javi Moreno. Un gol, con la derecha para darle aún más carácter noticioso, que necesitaba casi más el delantero que el propio Atlético. Sumergido en una temporada calamitosa, lejos no sólo del gol sino del juego, señalado desde todos los rincones como el gran pufo del año, Javi Moreno pudo al fin gritar feliz. Una maniobra suya rescataba al Atlético de un momento crítico, de una interminable racha negativa que tenía a la institución totalmente fracturada.

Fue suyo también el gol de la tranquilidad, un violento lanzamiento de penalti que permitió que el Atlético afrontase sin nervios las acometidas desesperadas y postreras del Racing. Tan seguro de su victoria, que hasta Aragonés se permitió regalarle a Armando los primeros minutos de la temporada. Luego, para no fallarse a sí mismo, Javi Moreno mandó a la basura de forma insólita un mano a mano con el portero y malogró otra ocasión clara. Pero le dio igual. Nada ni nadie le podía robar la noche. Por una vez, el Atlético le debe dar las gracias. El triunfo, muy necesario, lleva su firma.

Javi Moreno muestra su alegría después de marcar uno de sus dos goles al Racing.
Javi Moreno muestra su alegría después de marcar uno de sus dos goles al Racing.DIARIO AS

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