Gallardón quiere "liberar" el centro del mobiliario urbano "agresivo"

Alberto Ruiz-Gallardón, candidato a alcalde por el PP, presentó ayer en el Centro Cultural Conde Duque las líneas maestras de su programa para el distrito Centro: 40.000 nuevas viviendas fruto de la rehabilitación, impulso a la cultura, medidas para mejorar el tráfico... Y una propuesta nueva: "Liberar el centro de elementos agresivos y que perjudican la movilidad". El candidato no quiso precisar si se refería a los polémicos chirimbolos.

"No queremos que el casco histórico sea un museo, un parque temático del urbanismo de los siglos XVII, XVIII y XIX. Queremos un centro joven y poblado, un casco urbano vivo y seguro", clamó ayer Ruiz-Gallardón en su discurso desde una de las salas del Conde Duque, punto final de un paseo con su comitiva electoral por algunas calles de Centro. El objetivo de la caminata era presentar las propuestas del PP para este distrito, aunque la mayoría de ellas las había adelantado ya Ruiz-Gallardón en los primeros días de campaña.

El candidato recordó una vez más su plan de vivienda para Centro: 6.000 viviendas rehabilitadas directamente por el Ayuntamiento y destinadas a jóvenes inquilinos; 2.500 casas para realojar a personas que ahora viven en infraviviendas, y 31.500 pisos pequeños resultantes de la rehabilitación de grandes edificios antiguos en estado de deterioro (respetando fachadas y volúmenes). Para animar a que sean los propios dueños de estos edificios los que se decidan a reformarlos, Ruiz-Gallardón triplicaría las ayudas municipales a la rehabilitación (que ahora son de hasta 7.000 euros).

A cambio, el propietario se comprometería a poner en alquiler las viviendas rehabilitadas -de cada casa antigua saldrían dos o tres más pequeñas y "funcionales"-, al menos durante unos años. Ese alquiler estaría destinado a jóvenes, y los precios serían controlados por el Consistorio. El propietario que se negase a rehabilitar una casa de este tipo, o a vendérsela al Ayuntamiento para que la rehabilite, sería expropiado.

"Una nueva imagen"

Ruiz-Gallardón adelantó después proyectos de otra índole: la habilitación de áreas "preferentes" para peatones (no dijo cuáles), la creación de un Consejo Director de la Ciudad ("órgano de deliberación" de planes urbanísticos) o la promesa de retirar el mobiliario urbano "agresivo". Su programa recoge esta propuesta entre las medidas a adoptar para lograr "una nueva imagen del centro": "eliminar las señalizaciones profusas y redundantes" y acometer la "limpieza de elementos de mobiliario urbano incoherentes y sobreabundantes, fundamentalmente de carácter publicitario". ¿Los célebres chirimbolos? "No lo descartamos", dicen en el equipo del candidato.

Los casi 2.000 chirimbolos que pueblan la ciudad desde que el alcalde, José María Álvarez del Manzano, compró la idea para Madrid en 1995 "están sujetos a un contrato entre el Ayuntamiento y las empresas que los gestionan", aclaran en el PP. Y añaden: "No tomaremos ninguna decisión hasta conocer las condiciones de ese contrato, los plazos, lo que habría que pagar a las empresas en caso de rescindirlo... Pero sí es cierto que, en la zona histórica del centro, esos soportes publicitarios sobran".

También entrarían en ese grupo de elementos "agresivos" para la ciudad "algunos carteles luminosos, la publicidad de ciertos comercios y locales, bolardos, farolas, papeleras, cabinas...". "Lo que buscamos es que el centro de Madrid, su casco histórico, tenga una imagen y una estética coherente con las características de sus edificios y su entorno", señaló Ruiz-Gallardón.