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Un desdichado viaje de Navidad

Esta red de tráfico ilegal de inmigrantes tenía Ceuta como base de operaciones. Captaba a sus clientes, a los que cobraba entre 3.000 y 6.500 euros y los encerraba. Parte del grupo que terminó siendo víctima del incendio estuvo dos semanas confinado en una casa. Les daban una comida al día, por la noche. El 24 de diciembre los sacaron. Por la descripción de distintos testigos, fueron al pie del Monte Hacho, cerca de la cala de la Potabilizadora, llamaron por teléfono móvil y al yate Marian se acercó a recogerlos. El plan era atravesar hasta Marbella y desembarcar en Puerto Banús en plena Nochebuena.

Pero el motor se estropeó en alta mar. Un carguero turco los avistó en la tarde del 26. Una lancha de la Guardia Civil les rescató 25 millas al sur de Fuengirola y les llevó a Málaga. Eran 20 los pasajeros. Dos de ellos pasaron a la tutela de la Junta, por ser menores de edad. Una mujer fue separada del grupo y los 17 hombres recluidos en una celda de 31 metros cuadrados. En este calabozo el guía del grupo prendió fuego a unas mantas. Siete personas murieron. Ocho supervivientes fueron devueltos a Marruecos. Tres están en España, uno en Barcelona, otro en Vitoria y el tercero sigue siendo atendido en el Hospital Carlos Haya de Málaga. Un cadáver sigue sin identificar.

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