Temor a que la crisis se profundice en Italia tras caer un 0,1% el PIB
Después de Alemania, Italia. La sombra de la recesión económica se proyecta sobre otro de los grandes países de la UE. Datos del Instituto de Estadísticas indicaron ayer que el PIB italiano experimentó una caída del 0,1% en relación al último trimestre de 2002, que arrojó un crecimiento del 0,4%.
La cifra, anticipada por el primer ministro, Silvio Berlusconi, que recientemente admitió la necesidad de revisar a la baja las expectativas de crecimiento (1,1% para 2003), provocó comentarios pesimistas de los responsables patronales. El número dos del Ministerio de Economía, Mario Baldassarri, subrayó la urgencia de que el Banco Central Europeo se decida a reducir los tipos de interés (ahora en el 2,5%). Pero los responsables de las distintas asociaciones patronales reclamaron del Ejecutivo nuevas medidas que permitan reactivar el consumo.
Italia, país exportador, y principal socio económico de Alemania, acusa enormemente la pujanza del euro, que en los últimos seis meses se ha apreciado un 14% en relación al dólar. Mientras los efectos de la neumonía atípica y el temor a los atentados terroristas han provocado la caída en picado del turismo asiático y estadounidense con un impacto demoledor en la balanza económica (los ingresos turísticos representan un 5% del PIB italiano) y en las cuentas de Alitalia, la compañía aérea de bandera.
Tiempos negros
A los datos negativos del PIB se sumaron ayer los que señalan una nueva caída -del 0,4%- de la producción industrial en el mes de marzo. "Son datos de tiempos negros que hay que sumar a la creciente pérdida de ocupación en las grandes empresas", señalaba preocupado el presidente de una de las asociaciones de comerciantes (Confesercenti), Marco Ventura.
Los grandes grupos del país como Fiat y Pirelli han suprimido 10.000 empleos, cifra que iguala los recortes de personal en la banca. Benetton Spa, principal cadena de ropa, ha acusado por primera vez pérdidas, obligando a la familia propietaria a dejar la gestión en manos de expertos.
Los datos de crecimiento negativo del primer trimestre son un pronóstico inquietante de la marcha económica, que según los especialistas no superará el 0,6% en 2003. Apenas la mitad del 1,1% de alza del PIB con el que el ministro de Economía, Giulio Tremonti, calculó los Presupuestos Generales y al que están ligadas las ambiciosas promesas de recorte de impuestos hechas por Berlusconi. "Pesa el supereuro, y en el caso italiano, las menores entradas procedentes de la exportación no se han visto compensadas por un aumento del consumo interno", declaraba a la agencia Asca Aurelio Macario, economista del banco UBM. "El único efecto positivo sobre el PIB podría llegar de las obras de infraestructura", añade, "pero en estos momentos estamos aún en la fase de proyecto".
El miércoles, Berlusconi inauguró en Venecia las obras del MOSE, el ambicioso sistema de diques móviles que evitará las periódicas inundaciones en la ciudad lagunar. Pero el impacto en la economía de esta discutida operación no se dejará sentir, al menos, hasta 2004.
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