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Dos chechenas suicidas causan 14 muertos en un atentado contra el líder prorruso

El segundo ataque en la zona en los últimos tres días se produjo en una fiesta religiosa

Pilar Bonet

Catorce personas por lo menos resultaron muertas y 45 heridas de gravedad ayer en Chechenia, cuando dos mujeres suicidas, según la versión de la fiscalía local, hicieron estallar una de las dos bombas que llevaban durante una ceremonia político-religiosa a la que asistían 15.000 personas en la localidad de Ilisjan-Yurt, al este de la república separatista caucásica. El jefe de la Administración de Chechenia, Ajmar Kadírov, que resultó ileso, estaba también entre los asistentes que procedían no sólo de Chechenia, sino también de las vecinas repúblicas de Ingushetia y Daguestán.

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Se trata del segundo atentado suicida que sucede esta semana en la república independentista. El anterior, ocurrido el lunes cuando un camión bomba arremetió contra la sede del Servicio Federal de Seguridad (el antiguo KGB) en Známenskoye, costó la vida de 59 personas, según la ínformación facilitada oficialmente anoche. Las autoridades rusas recibieron ayer numerosas y rotundas muestras de solidaridad y repulsa del acto terrorista por parte de instituciones internacionales y gobiernos. Durante su cita con el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, agradeció la "clara condena" del atentado, según informó el ministro de Exteriores, Ígor Ivanov.

El jefe de la diplomacia rusa afirmó que "los actos delictivos en Arabia Saudí y en Chechenia muestran una vez más la necesidad de unir los esfuerzos de la comunidad internacional en la lucha contra el terrorismo, que es nuestro enemigo común". Ivanov insistió en que Rusia seguirá manteniendo la búsqueda de una solución política al conflicto de Chechenia. Tras el primer atentado, el presidente Putin congeló el proyecto de amnistía que ese mismo día había enviado a la Duma estatal (Cámara Baja del Parlamento) y que es una de las piezas del proceso de normalización en la república caucásica.

Los atentados ponen en entredicho la supuesta vuelta a la normalidad de la república separatista, que el 23 de marzo aprobó en referéndum una nueva Constitución (especie de estatuto de autonomía) y, sobre esta base que ancla su destino a Rusia, prepara en la actualidad elecciones parlamentarias y presidenciales al margen de los separatistas radicales, que han quedado excluidos del proceso.

Según el fiscal de Chechenia, Vladímir Kravchenko, las suicidas habían sido identificadas provisionalmente como Sharijad Shajbulátova, nacida en 1957, y Zulai Abdurzákova, nacida en 1951. Estas mujeres llevaban, según Kravchenko, cargas explosivas encima equivalentes a cerca de medio kilo de TNT. Una de las mujeres, según el canal de televisión NTV, se acercó a la tribuna donde se encontraba Kadírov llevando un bolso y una cámara y alegando ser periodista. La otra fue víctima de la primera explosión antes de poder activar la bomba que llevaba atada al cuerpo mediante un cinturón. La carga fue explosionada posteriormente por artificieros.

La versión, según la cual las mujeres se habrían hecho pasar por periodistas, fue avalada por el jefe de la administración del distrito de Gudermés, Ajmed Abástov, según el cual en el lugar donde las mujeres volaron por los aires se encontró una cámara de televisión.

En el momento del estallido murieron siete personas y otras siete fallecieron en la clínica local que resultó insuficiente para albergar a todos las víctimas, que en conjunto eran 145. Entre los catorce fallecidos hay cuatro guardaespaldas de Kadírov.

El fiscal no excluyó que el fin del atentado hubiera sido asesinar al líder checheno, que dirige la sección chechena del partido Rusia Unida, el grupo político que constituye el principal soporte del presidente Putin en la Duma estatal. El acto religioso donde sucedió el atentado había sido organizado precisamente por Rusia Unida. Kadírov, un antiguo mufti de Chechenia, resulta una figura odiosa para los separatistas y ha sido acusado por defensores de los derechos humanos de ejercer una dura represión contra presuntos rebeldes independentistas y contra sus enemigos políticos, apoyándose en una bien entrenada escolta personal.

Las suicidas eran supuestamente viudas de guerrilleros independentistas, según los datos suministrados por los representantes del Ministerio del Interior en Chechenia. Una de ellas era miembro de la sociedad de inválidos de la localidad de Gudermés y su marido había perecido en 1999.

Fuentes del Servicio Federal de Seguridad afirman que la preparación de suicidas en Chechenia es supervisada por un árabe procedente de Arabia Saudí, que habría recibido un millón de dólares recientemente.

Oficiales de policía examinan los cadáveres de las víctimas del atentado que se produjo al este de Chechenia.
Oficiales de policía examinan los cadáveres de las víctimas del atentado que se produjo al este de Chechenia.ASSOCIATED PRESS

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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