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Columna
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Son municipales

Vaya por delante mi confesión: me gustan las campañas electorales, ni me cansan, ni me aburren, ni se me parecen unas a otras, ni creo que todos los políticos son iguales. Pues eso, que disfruto como una auténtica entusiasta. Pero en esta campaña ando con la mosca detrás de la oreja, a propósito del que va convirtiéndose en discurso generalizado, sobre la desnaturalización de unas elecciones, supuestamente, convertidas por los partidos en una especie de primarias de las generales, contaminadas por asuntos como la guerra, el Prestige, el decretazo... La memoria me dice que es falso que sea esta la primera vez que en unas elecciones municipales intervienen tanto o cuanto los líderes nacionales de los partidos, que no es la primera vez que se habla en unas elecciones locales de política general y, desde luego, tampoco es cierto la ausencia de debate sobre los asuntos locales. En todas las campañas los líderes nacionales han acudido en ayuda de los políticos locales, para participar única y exclusivamente en un mitin a lo largo de la campaña, y en todas las campañas, cada vez que un líder nacional ha llegado a una ciudad para apoyar al líder local, ha hablado aquél de política general. Aznar, Zapatero, Llamazares hacen la campaña de sus partidos, y aluden en los mítines a los asuntos generales, lo que está bien porque los asuntos generales nos importan a todos y, en este caso, han movilizado a millones de ciudadanos que se verían defraudados si no estuvieran en la campaña. Pero además de eso, no a pesar de eso, sino además de eso, y eso lo sabemos quienes estamos en el cada día de lo que pasa, los candidatos locales se enfrentan a los asuntos locales y responden de ellos, cada cual con su programa y sus propuestas. Mi experiencia diaria no me puede dictar otra cosa, y por eso, porque es experiencia local y pegada al cada día de la campaña, no puede menos que parecerme falso el debate sobre la ausencia de debate sobre asuntos locales. Otra cosa es que irremediablemente estas elecciones tengan otra lectura política más amplia que la de los puros resultados para ver quién gobierna en los ayuntamientos. Pero ni siquiera eso es nuevo. Siempre, cada nueva elección ha tenido, tiene y tendrá una lectura política amplia sobre la situación y las consecuencias para cada partido. Lo demás son ganas de escandalizarse.

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