Ted Joans, poeta 'beat'
Ted Joans, poeta de la generación beat exiliado de Estados Unidos, cuya obra reflejó una fuerte conciencia ante la cultura negra, un sentido del humor surrealista y los ritmos del jazz de vanguardia, ha fallecido a los 74 años de edad. Joans, que durante muchos años repartió su tiempo entre París y Tombuctú, en Malí, África occidental, fue encontrado muerto el pasado 7 de mayo en su apartamento de Vancouver, en la Columbia Británica, Canadá. Daline Jones-Weber, una de sus hijas, ha señalado que la policía de Vancouver, ciudad donde Joans se estableció hace pocos años, le informó de que la muerte se debió a complicaciones de la diabetes que padecía y aconteció el 25 de abril.
El poeta del jazz, según se describía a sí mismo, alcanzó la mayoría de edad literaria en Greenwich Village en los años cincuenta, en pleno apogeo de los escritores beat Jack Kerouac y Allen Ginsberg. Los escritos irreverentes de Joans se caracterizaban por la "exaltación de la sexualidad, el jazz, la cultura africana y la revolución social", según el Dictionary of Literary Biography: Afro-American Poets Since 1955.
"Creo que se le puede encuadrar en diferentes géneros", dijo Gerald Nicosia, autor del libro biográfico sobre Kerouac Memory Babe, y que editó la recopilación de poemas de Joans, Teducation. "Era claramente un destacado miembro de la generación beat y del grupo surrealista. Los surrealistas franceses siempre le consideraron como una auténtica figura sin par", añadió.
En efecto, André Breton, poeta francés conocido como el líder del movimiento moderno de la literatura que intenta retratar el inconsciente, en una ocasión aclamó a Joans como el "auténtico surrealista afroamericano".
A Joans también se le considera como un importante escritor que describe las vicisitudes de los negros, según Nicosia. "Muchos de sus poemas tratan del racismo, de los problemas que tiene ser negro en una sociedad blanca", dijo. "Ted, conscientemente hizo un gran esfuerzo por establecer una conexión entre la experiencia africana propiamente dicha y la experiencia afroamericana". Según Nicosia, el poeta Langston Hughes, el mentor de Joans en Greenwich Village, "le animó mucho, no sólo en su vida personal, sino que la poesía de Hughes le animó a escribir sobre la dignidad de ser negro y también de ser capaz de explotar la riqueza de la herencia de la cultura negra de la cual era parte".
El nombre auténtico de Joans era Theodore Jones y nació el 4 de julio de 1928 en Cairo, Illinois. Según algunos informes biográficos, su padre, que trabajaba como músico en barcos fluviales, le regaló una trompeta cuando tenía 12 años y le desembarcó del barco en Memphis para que siguiera por su cuenta con su vida. Daline Jones-Weber comentó, divertida, que no había oído nunca esa historia antes de que su padre falleciera, y que, de ser cierta, se preguntaba cuánto tiempo habría vivido por su cuenta, ya que terminó el instituto y se matriculó en la universidad.
Joans -se cambió el apellido en los años cincuenta para ser diferente- consiguió el título de licenciado en Bellas Artes en la Universidad de Indiana en 1951, y a continuación se trasladó a Greenwich Village. Por aquella época, Fred McDarrah, fotógrafo del Village Voice, organizó, para pasar el rato, una especie de servicio de alquiler de poetas beat, Rent a Beatnik, y de pronto se vio inundado de solicitudes de sus servicios. Así, McDarrah recurrió a su amigo Joans, que de esa forma comenzó a ganar dinero para pagarse el alquiler leyendo sus poemas en fiestas.
Cuando en 1955 murió su amigo la leyenda del jazz Charlie Bird Parker, Joans se atribuyó el mérito de llenar toda la ciudad de pintadas que decían que Parker vivía ("Bird Lives"). Aunque principalmente se le conoce por su poesía, el retrato abstracto que hizo de Parker, Bird Lives se expone en el Young Memorial Museum de San Francisco.
Joans explicó su decisión de abandonar EE UU en su libro de 1961 All of Ted Joans and No More de la siguiente manera: "Odio el tiempo frío y no me van a dejar vivir democráticamente en las zonas cálidas de Estados Unidos, así que me largo y dejo que Estados Unidos se muera".
Joans publicó alrededor de 30 libros en pequeñas editoriales. Entre sus obras figuran Jazz Poems (1959), The Hipsters (1961), Afrodisia: New Poems (1970), A Black Manifesto in Jazz Poetry and Prose (1971), Black Pow-Wow: Jazz Poems (1969) y Our Thang (2001), una colección de sus poemas y pinturas recopilada por su compañera, Laura Corsiglia.
Pero la mayoría de sus obras publicadas eran libros de copla, pequeños, de 20 a 30 páginas, y producidos con poco dinero. Joans nunca tuvo interés en presentar sus poemas a revistas o editoriales importantes. "Como poeta, no puedo beneficiarme del sistema porque no me interesa ser parte del sistema", declaró al Seattle Times en 1990.
En 1998, la biblioteca Bancroft, de la Universidad de California en Berkeley, adquirió el primer lote de papeles de Joans: 24 cajas de manuscritos, correspondencia, notas y recortes. Los ingresos derivados de ello le vinieron muy bien a Joans, que vivía principalmente de sus escritos.
Según su hija, describir su nivel de vida como simplemente modesto es quedarse muy corto. "Llevaba una vida bohemia", ha comentado Daline Jones-Weber. "Nunca se vio necesitado; siempre tuvo un sitio donde vivir, aunque algunos de los que él llamaba sus nidos eran realmente eso, nidos: lugares diminutos -unos 60 metros cuadrados-, pero llenos a rebosar de libros, viejos álbumes de jazz, cuadros y algunos cachivaches que iba coleccionando en sus viajes.
"No poseía ni muebles ni cosas materiales aparte de su ropa. Pero era rico en otros sentidos. Podrá sonar sentimental, pero tuvo la bendición de tener muchos amigos y admiradores en todo el mundo". Le sobreviven diez hijos y doce nietos. A petición de Joans, no se celebrará ninguna ceremonia funeraria.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.