Lisa Marie Presley relata su infancia y experiencias en su debú discográfico

Ha tardado 35 años en sacar su primer disco y a Lisa Marie Presley todavía le falta aplomo para arrastrar a una audiencia con su pasión por la música. Su actuación en Londres, la noche del lunes, fue fugaz y limitada exclusivamente al contenido de To whom it may concern. No hubo saludos, ni amagos de conversación con los cerca de 300 invitados, profesionales de la industria y los medios de comunicación en su mayoría, que se acercaron al Club CC de Picadilly para escuchar a la hija del rey del rock and roll.

Lisa Marie Presley arrancó tímidamente con Better beware dejando que los instrumentos de sus siete músicos sonaran por encima de su voz grave. Fue soltándose con el single Lights out, y con S.O.B, para volverse a recoger en los siguientes temas. Parecía temer que la delataran esos gestos que ha heredado de Elvis Presley y que salen a relucir en cuanto baja la guardia. En el fruncir de labios y en la mirada perdida, Lisa Marie Presley es la imagen clavada de su padre. Al club acudió vestida de punki, con muchas hebillas y cremalleras en unos pantalones azules de raya blanca, y melena rubia con las puntas teñidas de verde.

Avalado por buenas críticas, To whom it may concern está escalando la lista de superventas de Estados Unidos y es disco favorito en algunas emisoras españolas. "La música", ha dicho su autora, "lo representa todo en mi vida. Es mi salvación y liberación".

De pequeña, Lisa Marie Presley pasaba horas frente a un espejo ensayando temas ante el micrófono que luego cantaba para su padre y sus amigos. De adulta, ha montado un estudio de grabación en cada uno de sus domicilios y se ha desahogado con frecuencia escribiendo de sus experiencias.

Las letras del disco hacen referencia a recuerdos infantiles y a sus explosivas relaciones con Michael Jackson y, más recientemente, con Nicholas Cage. Al actor hollywoodense, de quien se divorció el pasado noviembre, tres meses después de la boda, parece dirigir S.O.B, que entonó con agresividad en Londres. De momento, Lisa Marie Presley tiene previsto hacer una gira de un mes en Estados Unidos frente a audiencias no profesionales. En la conexión con el público de verdad, y principalmente en la reacción de la crítica, que intentará establecer paralelismos entre padre e hija, dependerá su decisión de continuar su carrera musical. Por algo ha comentado que el miedo a las comparaciones ha hecho retrasar la grabación y publicación de su primer disco.