Llamazares acusa al PP de utilizar a ETA para su campaña
"Ni en los mejores sueños podía soñar ETA que por un mero cálculo electoral de un partido su comunicado, que no tiene legitimidad, se convirtiera en el eje de la campaña". Con esta frase, dirigida contra el Partido Popular, al que luego acusó expresamente de utilizar la banda terrorista para sus intereses, Gaspar Llamazares trató ayer de dar por cerrado este asunto, en torno al que han girado los primeros días de campaña. "Quien da alas al comunicado se lo da a la intervención política de ETA. El PP se agarra a eso como a un clavo ardiendo", aseguró.
El líder del PP, José María Aznar, ha acusado al PNV de negociar una nueva tregua con ETA. El coordinador general de Izquierda Unida utilizó de nuevo la ironía para pedir al presidente del Gobierno que abandone el personaje de Nostradamus, una especie de augur de los peores desastres para la humanidad, y deje de intentar atemorizar a los votantes, porque "nada está en peligro" en las urnas salvo la mayoría del PP.
Al margen del País Vasco, Llamazares participa en sus primeras elecciones como coordinador general de IU con una organización muy cambiada. Poco queda de la que lideró Julio Anguita en la anterior etapa. Y eso es especialmente visible en Cataluña. Tras las batallas encarnizadas entre Anguita -con toda la dirección de entonces detrás, incluido el propio Llamazares- y Joan Ribó, la izquierda alternativa se partió en dos en Cataluña. La organización hermana de IU, EUiA, quedó en minoría y fuera del Parlamento catalán. Pero la división del voto también perjudicó al fragmento mayor, Iniciativa per Catalunya, que perdió poder por todas partes.
Acto desangelado
Cuatro años después, ambas organizaciones se han reconciliado y vuelven a empezar como si nada hubiera sucedido. Ayer, en Sabadell (Barcelona), pusieron la imagen al reencuentro de Llamazares y Joan Saura (presidente de Iniciativa per Catalunya) con un mitin conjunto. Sin embargo, los problemas no parecen haber acabado, porque los fallos de coordinación lo convirtieron en el acto más desangelado de lo que va de campaña, con unas 200 personas en una plaza, bajo amenaza de lluvia y casi a oscuras.
La reunificación catalana puede suponer buenos resultados para IU, aunque no ha estado exenta de problemas. El secretario general del PCE, Francisco Frutos, por ejemplo, se ha opuesto abiertamente igual que el propio Julio Anguita. Pero valdrá, al menos, a la hora de las valoraciones generales, porque los dos partidos antes rivales se presentan de forma conjunta en 200 municipios, y los votos se contarán como si fueran todos de IU.
Es evidente, además, la satisfacción de gran parte de la militancia por la reconciliación. Al menos ayer, Saura recibió el mayor aplauso cuando dijo que se habían "perdido" cuatro años y ahora hay que recuperarlos.
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