_
_
_
_
_

La documentación para beatificar a Antoni Gaudí parte hacia Roma

Carles afirma que "más adelante" se atribuirán milagros al arquitecto "desde aquí hasta Japón"

En una sesión solemne, presidida por el cardenal arzobispo Ricard Maria Carles, el arzobispado de Barcelona concluyó ayer el proceso para pedir la beatificación del arquitecto Antoni Gaudí. El material reunido en los últimos tres años por el tribunal se trasladará a la Congregación de las Causas de los Santos de Roma para que juzgue sobre el rigor del proceso. Si lo hace favorablemente, en una segunda fase un postulador y un relator elaborarán un informe sobre el candidato. Entonces se deberá probar al menos la existencia de un milagro efectuado por Gaudí.

"Mi cliente no tiene prisa", decía Antoni Gaudí (1852-1926) cuando le preguntaban sobre la marcha de las obras de la Sagrada Familia. Y a esa misma frase se encomendó ayer Lluís Bonet Armengol, vicepostulador de la causa para la beatificación del arquitecto. Es decir, su camino hacia los altares de la santidad puede ser todavía muy lento por la acumulación de causas en el Vaticano, según recordó también Carles. Por el momento se ha cumplido una etapa importante, a juicio de los miembros de la Asociación Pro Beatificación de Gaudí, que impulsaron la iniciativa.

El tribunal, de cinco miembros, ha escuchado a testimonios que conocieron al arquitecto en vida (cinco personas, dos de ellas fallecidas durante el proceso) y a otros, historiadores y conocedores de su obra, que han intentado certificar la aureola de santidad que acompañó a Gaudí en vida. Además, se ha rastreado en hemerotecas: "La fama de santidad de Gaudí se remonta a 1900", aseguró Bonet Armengol, hijo de uno de los arquitectos continuadores de las obras de la Sagrada Familia y hermano del actual arquiecto jefe de la obra.

Lo que tratan de dilucidar los 1.024 folios que suma la causa es "si Gaudí vivió la vida cristiana de manera heroica y constante", explicó el juez delegado del tribunal, el padre Josep Maria Blanquet. Según Bonet Armengol y José Manuel Almuzara, presidente de la Asociación Pro Beatificación, su vida fue "ejemplar" en este sentido. Bonet Armengol resumió los fundamentos que, a su juicio, aporta la documentación: "Desde pequeño fue un hombre que tuvo un gran respeto por la naturaleza, que trasladó incluso a su obra; llevó una vida de gran austeridad, que contrasta mucho en nuestra sociedad de bienestar, en la que a veces se va en contra de la sostenibilidad; fue un buen profesional que se empeñó en realizar un trabajo bien hecho; se quedó soltero, pero tuvo un gran amor por su familia, y proyectó toda su fe en Jesucristo y la palabra de la Iglesia en una gran obra como la Sagrada Familia". Como prueba de su santidad, la documentación también aporta los casos de personas que aseguran haberse convertido al catolicismo a partir de un acercamiento a su obra. Lo más importante, sin embargo, es "lo que decía la gente de Gaudí en su tiempo", aseguró el vicepostulador de la causa: "Incluso los diarios anticlericales hablaban de él como de un gran católico".

El cardenal Ricard Maria Carles se mostró confiado en que la certificación de un milagro efectuado por Gaudí no será ningún obstáculo: "Se podrá demostrar más adelante porque son tantas las personas que conocen a Gaudí que saldrán milagros desde aquí hasta Japón".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_