"La mayor parte de los escritores españoles no sabe urdir tramas complejas"
El novelista granadino Gregorio Morales acaba de publicar La individuación (editorial Alhulia), un relato de trasfondo policial ambientado en los años de la movida madrileña que el autor emparenta con los postulados de la estética cuántica, un movimiento de carácter científico y literario que propugna que todo lo visible es más profundo y misterioso que la mera apariencia. La editorial Port Royal acaba de publicar en estos días el volumen colectivo El mundo de la cultura cuántica en el que colaboran 11 autores.
Pregunta. ¿Cómo prefiere que se defina La individuación?
Respuesta. Es un ejercicio psicoanalítico de autodescubrimiento porque el protagonista halla, tras un largo viaje, las patentes de su carácter. Una novela policial porque el camino de ese viaje se hace a través de la investigación de dos crímenes. Y es una indagación sobre el tiempo porque la trama de la obra muestra que el pasado no desaparece, sino que es un eterno presente.
P. ¿No cree que la intriga es un recurso demasiado utilizado en la narrativa actual?
R. Sinceramente, no. Otra cosa es que se trate de utilizar. No me cabe duda de que gran parte de los novelistas intentan hacerlo. Pero muy pocos lo consiguen. La mayor parte de los escritores españoles no saben urdir tramas complejas. Cuando lo hacen, éstas siempre están llenas de lo que en el argot literario se llaman agujeros en la pared, es decir, incoherencias, móviles no claros, contradicciones, inverosimilitudes... No saben construir suspense. Y lo más fácil, cara a la galería, es despreciarlo. Sin embargo, me consta que muchos venderían su alma al diablo por conseguirlo. Pero es que, además, resulta que los pocos que mínimamente pueden orquestar una trama carecen de profundidad, y que aquellos que buscan profundidad se estrellan en la trama.
P. ¿Cómo justifica la elección de un título tan poco seductor? ¿Vale la pena el sacrificio?
R. No pretendo halagar al lector, sino decirle: "Esta novela trata de cómo una persona se encuentra a sí misma, e intenta simultáneamente que aprendas, inicies tu propio camino y llegues también a conocerte. La trayectoria del personaje es una parábola hacia tu propia trayectoria. Si eso no te interesa, éste no es tu libro. De acuerdo que la intriga no deja descanso y que la obra se puede leer como una novela de suspense, o de aventuras, o como una singular novela policíaca, pero el título es similar al que rezaba en el frontispicio del templo de Apolo en Delfos: Conócete a ti mismo". En castellano, por otra parte, no tenemos ninguna palabra para referirse al proceso de autoconocimiento y he debido servirme de este neologismo: individuación.
P. ¿Cómo aplica los conceptos de la estética cuántica a la novela?
R. Para Wolfgang Pauli, premio Nobel de Física en 1945, el proceso de individuación es equiparable al corpus de la física cuántica. Dado que la obra habla justamente de una individuación, estaríamos en realidad ante un manual de física subatómica en traslación psicológica. Pero, además, en la novela existen muchísimos otros elementos clave de la estética cuántica.
P. La adscripción de sus creaciones a un movimiento concreto ¿en qué medida limita o condiciona su inventiva?
R. No creo que nada ni nadie condicione mi inventiva. La estética cuántica no es un conjunto de recetas para cocinar en estilo cuántico. La estética cuántica supone una palanca de fuerza para ir lo más lejos posible. La estética cuántica coloca ante mí un único reto: mi creación tiene que mostrar la visión del mundo del siglo XXI y no la que existía en el siglo XIX o en el XX. Es decir, que los Galdós, Zola, Balzac... fueron grandes maestros, pero yo no puedo escribir como ellos, ya que desde la cosmovisión mecanicista y newtoniana en que se sitúan sus obras, han cambiado tantas cosas que hay más distancia entre nosotros y ellos que entre Galileo y el hombre de Neardhental. Lo mismo puedo decir de Proust o de Joyce.
P. Hace unas semanas apareció otra novela suya, Puerta de sol. ¿Cuáles son las coincidencias con La individuación?
R. Ambas obras tratan de ampliar al lector los límites comúnmente admitidos, de ensancharle el mundo hasta ahora considerado rea, de hacer que vea cuanto nos rodea y a nosotros mismos bajo una dimensión más honda, y todo ello potenciando la trama, el argumento, los personajes, sin tediosas disquisiciones ni sesudos ensayos, ya que el arte y la literatura deben mostrar, nunca demostrar. En ambas obras es muy importante para mí el concepto de tiempo simultáneo. En ambas, se muestra el tema de la mujer, el erotismo y la traición amorosa. Pero una y otra novela varían en su temática central y en sus objetivos
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