Un espectáculo mayúsculo

Sin perderle la vista a la serie entre Los Ángeles Lakers y el San Antonio Spurs, que anoche vivió su cuarto acto, la gran atracción de la segunda ronda de playoff en la NBA está en la eliminatoria que disputan el Sacramento Kings y el Dallas Mavericks. Una bacanal de juego ofensivo, una festín de puntos: 757 en tres partidos. En el descanso del segundo encuentro, los Mavericks ya habían alcanzado los 83 tantos. Ningún equipo había sido capaz de anotar tantos puntos en los dos primeros cuartos en la historia de la liga. Después de quince años, el Dallas se encuentra con ventaja en una semifinal de conferencia. Herederos de aquel equipo liderado por Rolando Blackman y Mark Aguirre, la franquicia tejana tiene contra las cuerdas al Sacramento Kings que no pueden contar con su gran estrella, Chris Webber, debido a una lesión.

El tercer partido también fue memorable, 141-137 tras dos prórrogas y triunfo a domicilio del Dallas que arrebató al Sacramento el factor cancha. Un partido del año 2003 que bien podía haberse disputado en aquellos 70 de la contestataria liga ABA, que inventó la canasta triple, jugadores con el pelo alborotado y haciendo locuras a mil por hora con un balón de franjas rojas, blancas y azules. Y el más loco de todos, Nick Van Exel, el base suplente de los Mavericks que se ha convertido en el factor desequilibrante de la serie, 36 puntos el segundo encuentro y 40 en el tercero. Un jugador que no encajó junto a Kobe Bryant y Shaquille O´Neal en los Lakers y que tras un viaje a ninguna parte en el Denver Nuggets, ha aceptado, a regañadientes, su papel de sexto hombre de la rotación. Su juego directo le viene que ni pintado a un equipo que cocina sus ataques a fuego rápido. A fin de cuentas, se trata de hacer lo mismo que ha hecho durante toda su carrera pero con la diferencia de que el salto inicial lo ve desde el banquillo.

Entre el base suplente y el titular, Steve Nash, 71 puntos en el tercer encuentro, Dirk Nowitzki logró 25 tantos y 20 rebotes. Y a pesar de exhibiciones individuales de tal calibre, el Sacramento comandó el partido durante los tres primeros cuartos y claudicó tras dos prórrogas. Pedrag Stojakovic ha tomado los galones de Webber y es el abanderado de la resistencia de los Kings.

Siete equipos en la historia de la liga han sido capaces de remontar un 2-0 en una serie a siete partidos, si el campeón quiere renovar título, debe ser el octavo. Los Ángeles Lakers resiste, con apuros, la embestida del San Antonio Spurs. ¿Serán suficientes Kobe y Shaq para pasar la eliminatoria? Por lo visto hasta ahora, no. En el tercer capítulo de la serie, con victoria de los californianos, el resto del equipo tuvo que aportar cincuenta puntos de los 110 totales. Si esa media se mantiene, los campeones podrían tener opciones. Hasta ese encuentro los reservas del equipo no habían participado en la anotación. Y es que el conjunto de Phil Jackson es mucho más temible cuando Horry se muestra activo, Fisher acertado en el tiro y George pide bola. A los Spurs no les importa que O´Neal y Bryant se harten de anotar, no hay demasiados dos contra uno. La idea es aislar de las estrellas del resto del equipo, y en los dos primeros encuentros la táctica funcionó.

No cabe duda de que el San Antonio, junto con el Portland de 2000 y el Sacramento del año pasado, es el rival más duro con el que se han topado los Lakers en estos últimos años. Jack Nicholson se ha convertido en el espectador más activo del Staples Center. Sus protestas a los árbitros se salen de su guión habitual de espectador. Incluso, Bruce Bowen, alero de los Spurs, tuvo que acercarse al actor y pedirle explicaciones.