El Rayo se mete todavía más en el hoyo
Antonio Iriondo, el entrenador del Rayo, tenía muy claro como ordenar sus cromos en el campo: todos atrás menos Míchel, Peragón y Bolo. En la banda izquierda, jugando de interior, un defensa, Dorado, y en el medio campo Pablo Sanz y Mora atentos a todo lo que se movía menos al balón. Una estrategia favorecida por el gol en el minuto cinco, un cabezazo de Bolo que sacó los colores de Juanito, uno de los centrales béticos.
En el segundo tiempo, ya con el empate en el marcador, Iriondo tuvo que desmontar su invento pieza a pieza. Entró Iriney, bastante aceptable a la hora de mover la pelota en el medio; entró Cembranos, uno de los mayores talentos del equipo madrileño; y entró Bolic, un delantero algo más imaginativo y con más recursos que el desmañado Bolo. Y con esos mimbres, el Rayo cercó la portería de Prats a base de balones en profundidad, de centros cruzados y de buscar el rechace en la frontal, una táctica bastante útil en un campo como el de Vallecas.
RAYO VALLECANO 1 - BETIS 1
Rayo Vallecano: Etxeberria; Mauro, Quevedo, Onopko, Graff; Peragón, Mora, P. Sanz (Iriney, m. 46), Dorado (Cembranos, m. 67); Míchel; y Bolo (Bolic, m. 55).
Betis: Prats; Tais, Juanito, Filipescu, L. Fernández; Assunçao (Ito, m. 60), Arzu (Benjamín, m. 75); Joaquín (Casas, m. 79), Fernando, Varela; y Alfonso.
Goles: 1-0. M. 5. Saque de esquina que bota Míchel y Bolo, anticipándose a Juanito, cabecea a la red.
1-1. M. 43. Fernando aprovecha un centro desde la izquierda para anotar en plancha y de cabeza.
Árbitro: Moreno Delgado. Amonestó a Fernando, Assunçao, Alfonso y Luis Fernández, del Betis, y a Mora, del Rayo.
12.000 espectadores en el Teresa Rivero.
El Betis, con unos horrorosos Joaquín y Varela, rechazó la idea de jugar por los costados. Empeñado en entrar por el centro, el equipo sevillano hizo poquísimo por ganar y mucho para que gran parte del encuentro fuera pasmosamente aburrido. El Betis buscó moderadamente la pelota en el primer tiempo, se encontró con un gol en la frontera de los dos tiempos y desapareció en el segundo.
Mientras, el conjunto vallecano se confiaba a la zurda de Míchel, muy bien durante algunos minutos del primer periodo y durante algunas fases del segundo. A partir del minuto 50 todas las costuras de las pizarras de los entrenadores empezaron a soltarse por las urgencias. Y el partido mejoró. Al menos, fue más entretenido. El Rayo atacaba a su manera, un poco a trompicones y el Betis se dedicaba descaradamente a defender el resultado y a buscar un contraataque. Joaquín fue sustituido a falta de un cuarto de hora, después de haber completado un encuentro pésimo, por el argentino Gastón Casas. El ariete aprovechó su velocidad en un par de ocasiones mientras el Rayo, completamente decidido, se lanzaba al ataque. No le valía el empate. Cada vez está más solo en las profundidades de la tabla, a seis puntos de la salvación.
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