El 'glam' en formol
Mientras la bandera del brit pop zozobra en el mar del desinterés y la guitarra eléctrica pasa a ser, para las nuevas generaciones, una herramienta del pleistoceno incapaz de generar secuencias o loops de baile, la menuda y andrógina figura de Brian Molko se yergue como faro del rock y penúltima reencarnación del mito de Ziggy Stardust. De nuevo el trío anglo-sueco-estadounidense -aunque radicado en Inglaterra- ha vuelto a realizar en nuestro país una auténtica demostración de cómo se congela y se conserva en formol el añejo sonido del glam rock de los setenta combinado con el delirio estético y la resaca punk de los ochenta. Todo un clásico sonoro y estético que no encuentra continuadores en un mundo en el que el rock parece no ser ya sinónimo de revolución; ni sexual, ni de otro tipo. En su actuación de Madrid, Placebo venía reforzado por un multiinstrumentista y pareció en varias fases del concierto que los pregrabados también tienen enorme peso específico en el sonido de un grupo que sabe sacarle partido a absolutamente todas sus posibilidades.
Placebo
Placebo: Brian Molko (voz, guitarra y teclado), Stefan Olsdal (bajo y guitarra), Steve Hewitt (batería) y John N. (teclados, bajo y guitarra). Sala La Riviera. 24 euros. Madrid, viernes 9 de mayo.
Además, a verles acudió una enorme masa de espectadores que, pese a que la banda no juega en los mismos canales de promoción que otros productos masivos, va creciendo en cada visita que el grupo hace a España. Ese público aplaudió y coreó todas y cada una de las canciones del grupo; y esto teniendo en cuenta que la banda basaba su espectáculo en las canciones de su último y definitivo disco, Sleeping with ghosts, y que no dejó demasiado espacio para la nostalgia.
El delirio
Babelia
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