"Es el hombre quien tiene que conciliar su vida"
"De toda la vida, la mujer que ha trabajado fuera de casa también lo ha hecho dentro, pero el hombre no hace nada en el hogar, así que es el hombre quien tiene que conciliar su vida laboral y familiar. La revolución que hay que hacer es la del hombre". Así de contundente se expresa Esperanza Oña (PP), toda una veterana de la política que está a punto de cumplir 12 años como alcaldesa de Fuengirola y que aspira a un mandato más.
Denuncia que hay un lenguaje "muy tramposo" que ayuda a solidificar el rol tradicional de la mujer, y pone ejemplos: "Se habla de crear guarderías para facilitar la incorporación de la mujer al trabajo, pero nunca se mete al padre en esta cuestión". E insiste en su particular teoría: "Por cada cinco horas que cada mujer dedica al trabajo en el hogar, el hombre sólo dedica una, ¿a quien hay que conciliar entonces?".
Conoce de sobra los esfuerzos que la mujer debe hacer si tiene vocación política. Con 45 años, divorciada y con dos hijos que apenas tenían tres y siete años cuando llegó a la alcaldía, recuerda que muchas tardes se los llevaba al Ayuntamiento, o que tenía que condicionar su agenda a las exigencias de la maternidad. "Pero yo no puedo ser un modelo, tengo una vocación muy clara y sé que hay mujeres que tienen más trabas que las que yo he tenido", confiesa.
Admite que el PP tiene dificultades para incluir mujeres en sus candidaturas porque hay muy poca militancia activa. Pero está convencida de las enormes posibilidades que la política ofrece a la mujer. "La mujer sabe administrar y organizar, ha aportado a la política más justicia social y una percepción mucho más real de la ciudad", argumenta. Y proclama: "No es lo mismo un alcalde que una alcaldesa ni de lejos".
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