"He surgido de la nada"

Lucas Alcaraz, granadino, de 36 años, pasó buena parte de su infancia en el viejo estadio de Los Cármenes pegado a su abuelo materno, José Manuel González, secretario técnico del Granada. "Me mostró el universo de las tácticas", recuerda ahora Alcaraz, diplomado en Biblioteconomía; hijo de Felipe, diputado de Izquierda Unida, y entrenador del Recreativo, que recibe hoy al Madrid.

Pregunta. Usted sólo jugó hasta los 21 años. ¿No servía?

Respuesta. Jugué de lateral izquierdo en los filiales del Granada y el Jaén, pero siempre quise ser entrenador. Desde crío aprendí la teoría del fútbol.

P. ¿Qué le enseñó su abuelo?

R. A fijarme en el jugador que nadie ve.

P. Ha entrenado al Granada, el Almería y el Dos Hermanas. ¿De qué le sirvió?

R. Ahí abajo es donde mejor se aprende el oficio. Cuantas más limitaciones tiene un club, más listo tienes que ser. Dirigir al Recre te hace ser más listo, pensar más. En un grande, las estrellas te solucionan los problemas.

P. ¿No le falta carácter?

R. Esas etiquetas me molestan. Me falta experiencia y soy tímido y muy mejorable, pero también muy organizado.

P. Da la impresión de que es excesivamente teórico.

R. Me encasillan como muy teórico, pero un técnico ha de ser muy práctico.

P. ¿Lee mucho de fútbol?

R. Todo lo que cae en mis manos. La pena es que se escribe muy poco. Me gustaría escribir sobre temas técnicos. Es una deuda que tengo.

P. ¿El fútbol de hoy es demasiado defensivo?

R. Ya estamos con las etiquetas. No es que sea defensivo, es que cada vez es más organizado. Un equipo de hace 15 años no ganaría esta Liga.

P. Pero el Recre sí es muy defensivo.

R. No. Podemos hacer jugadas y goles bonitos, pero normalmente nos toca sufrir. Quiero jugar con velocidad y verticalidad. Es verdad que sólo lo conseguimos a ratitos, pero el Recre es una especie rara porque antepone lo económico a lo deportivo. La calidad está asociada al dinero, cosa que no tenemos.

P. ¿Cuál es su modelo?

R. El fútbol cambió a partir del Milan de [Arrigo] Sacchi, que marcó un antes y un después. Mostró que podía defenderse desde arriba, provocar el error del contrario y jugar bonito y rápido. Tácticamente, buenísimo.

P. En Huelva hacen chistes sobre su conservadurismo.

R. Eso a mí no me lo dicen. Yo tengo que sacar provecho de mis recursos. También pongo a jugadores de calidad, como Viqueira, Raúl Molina o Xisco, que no son buenos defensores.

P. O sea, que el Recreativo no puede jugar bonito.

R. Es que sí hemos jugado bonito. Lo bonito es hacer lo correcto a la máxima velocidad. Para mí, el Valencia del curso pasado jugaba bonito, pero todos decían lo contrario. Son las etiquetas famosas. Un equipo organizado es un equipo bonito.

P. ¿No es usted muy joven para entrenar en Primera?

R. Pues es el primer año en mi carrera que no tengo jugadores mayores que yo. Nunca he tenido problemas. El carácter no va con la edad. Tengo un carácter fuerte. No me impongo a la fuerza, sino convenciendo. Si eres autoritario, los jugadores te comen.

P. ¿Le asusta el Madrid?

R. Claro, la distancia es muy grande. Su único punto débil sería que no rindiese como sabe. Necesitamos velocidad en el ataque y organización en la defensa.

P. Gregorio Manzano, con el Mallorca, y usted lucharán por la Copa. ¿Se parecen?

R. Soy un entrenador surgido de la nada, como él. Los dos hemos pasado por todas las categorías del fútbol. Incluso nos enfrentamos en el Grupo 9 de la Tercera División, yo en el filial del Granada y él en el Martos.

P. ¿Qué aficiones tiene?

R. Los toros: Tomás, Manzanares y Ponce. En cuanto puedo, me escapo.