Los sindicatos alemanes defienden un plan que se opone a los recortes
La confederación amenaza con protestas y pide más inversión pública
La Confederación Alemana de Sindicatos (DGB) presentó ayer en Berlín el plan Valor para cambiar de rumbo. El proyecto es una contrapropuesta a la Agenda 2010, el programa de recortes sociales del canciller Gerhard Schröder. El plan de la DGB prevé un gasto público de 15.000 millones de euros y un endeudamiento para crear una ofensiva inversora que mejore la coyuntura económica en una Alemania con 4,5 millones de parados.
Los sindicatos no están dispuestos a dar tregua a su compañero y afiliado Schröder. Algunos dirigentes sindicales han prometido al canciller socialdemócrata un mayo caliente si persiste en llevar adelante el programa de recortes que presentó ante el Parlamento federal (Bundestag) el 14 de marzo bajo el lema Valor para la paz y valor para la transformación.
El presidente de la DGB, Michael Sommer, declaró: "Consideramos la Agenda 2010 equivocada y continuaremos la lucha contra ella con actos de protesta". Sommer aclara: "No se trata de derribar el Gobierno, sino de cambiar de política". Propone una alternativa que portavoces del Gobierno se apresuraron a calificar ayer de inútil. Para combatir la crisis, la DGB propone un plan de inversiones públicas de 15.000 millones de euros. La mitad de esa inversión se financiaría con un mayor endeudamiento público en un momento en que Alemania ha recibido una tarjeta amarilla por rebasar el porcentaje de deuda del 3% fijado en el pacto de estabilidad de la UE; este año va por el mismo camino.
Sommer insiste en la necesidad de que los recortes sociales se repartan entre todos y no se lleve adelante la reforma a costa de los trabajadores. Para financiar las inversiones, Sommer propone volver a introducir el impuesto por las transacciones en Bolsa y argumenta: "No puede ser que por comprar un trozo de mantequilla se pague un 7% de IVA y no cueste nada la compraventa de acciones". La DGB quiere reformar el impuesto de sociedades, estudiar si se puede subir el IVA dos puntos y gravar los productos de lujo.
El presidente de la patronal, Dieter Hundt, declaró que el endeudamiento llevaría a Alemania a caer en una trampa y programas de inversiones sin reformas estructurales son humo. La Democracia Cristiana ha respondido a los planes de la DGB con la negativa a cualquier subida de impuestos y rechaza el endeudamiento porque no se pueden trasladar los problemas a las generaciones futuras.
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