Aznar rechaza dialogar con el PNV hasta que no haga una "rectificación profunda"

Aznar leyó en Zagreb un documento de 12 puntos para

situar la posición de su Gobierno sobre la estretagia

antiterrorista. No admitió preguntas y empleó un tono de

declaración institucional para cargar contra el

nacionalismo vasco: "Quiero decir que no participaré en

un diálogo si lo que se quiere a través del mismo es

quebrar el marco constitucional y estatutario; imponer

la idea de que el Estado está muerto; aceptar un ámbito

vasco de decisión más allá del que reconocen la

Constitución y el Estatuto; aceptar como pretende el

nacionalismo, que hay un supuesto conflicto político que

directa o indirectamente legitima el terrorismo...". El

vicepresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, remachó:

"Aznar no se entrevistará con Ibarretxe hasta que no

recupere un comportamiento democrático". Mientras el

presidente del Gobierno y su equipo rechazaban un

posible diálogo con el Ejecutivo vasco, el lehendakari,

Juan José Ibarretxe, declaraba en Barcelona: "Las

puertas de Ajuria Enea [sede de la Presidencia del

Gobierno vasco] han estado abiertas [para el diálogo]

desde el primer día". El presidente del PNV, Xabier

Arzalluz, contestó a este periódico que cualquier

diálogo que se produzca debe introducir los contenidos

"que cada partido considere oportunos". "Nosotros

propondríamos especialmente, en el respeto a los

derechos humanos y libertades, el reconocimiento del

derecho de la sociedad vasca a decidir de su presente y

de su futuro", explicó.