El Ejército de Israel mata a otro niño palestino en Gaza
El ataque amenaza el intento de Abu Mazen de conseguir un alto el fuego
Un bebé de 18 meses murió ayer durante un tiroteo del Ejército israelí contra un grupo de viviendas en el campo de refugiados de Jan Yunes, en la franja de Gaza. El pequeño, que se encontraba en los brazos de su madre, fue alcanzado por un disparo en la cabeza. Este hecho, junto con la muerte por una explosión de un dirigente de Hamás, amenaza con complicar los intentos de alcanzar un alto el fuego.
Un portavoz del Ejército presentó sus disculpas y lamentó el "incidente", pero a continuación alegó que los soldados que habían disparado trataban de repeler una agresión de la que habían sido víctimas momentos antes. Hace tres días, otro niño de dos años falleció en idénticas circunstancias y en la misma zona.
El hecho se producía pocas horas después de que una misteriosa explosión acabara con la vida de un dirigente militar del ejército secreto de Hamás en las cercanías de Nablús, al norte de la Cisjordania. El incidente se produjo en la aldea de Zawak, en torno a la cual el Ejército israelí había establecido un asedio, en un intento de detener a Amin Menzalawi, de 28 años, acusado de haber dado muerte dos años atrás a varios soldados. Menzawli, que había desaparecido de su domicilio hacía varios meses, acababa de alquilar la casa en la que se encontraba. Sin embargo, antes de que el activista fuera detenido se escuchó la explosión que acabó con su vida.
Los dos incidentes amenazan con crispar aún más los ánimos de los palestinos y complicar la misión del ministro de Seguridad, Mohamed Dahlan, quien hace poco menos de una semana recibió del primer ministro Abu Mazen la orden de establecer un alto el fuego con las organizaciones radicales, posibilitando la puesta en marcha de la Hoja de Ruta impulsada por EE UU. Para poder cumplir con más facilidad su cometido, Dahlan ha convocado a los líderes de la resistencia palestina a una ronda de conversaciones en El Cairo.
Dahlan ha recibido también en las últimas horas del jefe del Ejecutivo palestino una segunda misión: reestructurar de la cabeza a los pies el Ministerio del Interior. La orden ha causado perplejidad en medios políticos por cuanto el responsable del Ministerio es el propio Abu Mazen, que se reservó el control de esta cartera para zanjar sus disputas con el presidente Yasir Arafat.
Por otra parte, grupos radicales palestinos están congelando sus actividades en Siria para frenar las presiones de EE UU a este país, según una fuente palestina citada por Reuters.
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