Málaga más, ¿de qué?
En estos meses, los malagueños hemos ido siendo "engullidos" progresivamente por una innumerable cantidad de folletos, vallas publicitarias, anuncios en la televisión local y hasta, incluso, por autobuses públicos de color celeste con la campaña denominada Málaga más. Algo que aunque prometía mucho, finalmente ha resultado convertirse nada más que en la propia precampaña de Francisco de la Torre de cara a las municipales, eso sí, pagada por todos de nuestros bolsillos.
Se trata básicamente de una estrategia de imagen cuyo objetivo es pretender cargar la labor del alcalde en estos años de credibilidad y populismo, al mismo tiempo que se procura que los ciudadanos nos sintamos en deuda con él y con su partido. En definitiva, un vulgar recurso ideado y realizado por los "números uno" del PP en Madrid, seguramente extrapolable a otras ciudades del país, que menosprecia así la inteligencia y el sentido común de los malagueños, al mismo tiempo que quizá sirva de terapia para el propio De la Torre, que aún hoy sigue sin poderse quitar la etiqueta de alcalde "interino" y, por tanto, sus profundos complejos ante las comparaciones odiosas con el "fantasma" de Celia Perón.
Y es que una cosa, señor alcalde, es el obvio orgullo que tenemos al sentirnos parte de nuestra hermosa tierra y aspirar a que Málaga sea cada vez mejor, y otra muy distinta es que nos dejemos "lavar el cerebro" autoconvenciéndonos de que la única manera de que nuestra ciudad prospere es votándole a usted y al PP. Así, pues, si me permite, le voy a dar un consejo para su campaña electoral: dé más importancia al contenido que al continente y gaste la inventiva de otros y nuestros impuestos en mejorar las condiciones de vida de sus convecinos. Y es que, desgraciadamente, no sé si se habrá percatado ya, pero Málaga no es ese "país de Oz" que aparece en su campaña.
