El entorno de la estación de Renfe de Lleida no estará acabado hasta 2011
La urbanización de la zona es una de las mayores realizada en el centro de la ciudad
La mayoría de los proyectos vinculados con la llegada del AVE a Cataluña avanzan a un ritmo más lento de lo que se había previsto inicialmente. Las obras de urbanización del entorno de la estación de Renfe de Lleida, incluidas en el Plan Especial aprobado recientemente, no estarán acabadas hasta 2011, ocho años de plazo que a simple vista pueden parecer exagerados, pero que no lo son tanto si se contempla la magnitud de la operación.
El AVE podría llegar a finales de mayo si se cumplen los nuevos plazos anunciados por el Ministerio de Fomento tras el fallido estreno de la línea Madrid-Lleida. La estación de Lleida será la única terminal que el tren de alta velocidad tendrá en Cataluña mientras no entre en servicio el tramo hasta Barcelona.
El director de Urbanismo del Ayuntamiento de Lleida, el arquitecto Josep Maria Llop, considera normal que la transformación de los aledaños de la estación se prolongue durante ocho años, ya que será una obra de gran impacto urbanístico, el mayor que se ha producido en el centro de la ciudad desde las actuaciones realizadas durante los últimos 14 años en el Canyeret.
El técnico municipal resalta, además de la envergadura de la operación urbanística en una superficie de 111.891 metros cuadrados, que la transformación del entorno de la estación será autofinanciable, lo cual significa que a los ciudadanos no les costará un euro. Llop explica que, desde el punto de vista inmobiliario, la operación en el entorno de la estación es comparable a la de la Illa Diagonal de Barcelona, con 111.000 metros cuadrados de edificaciones nuevas.
Entre las actuaciones previstas destacan la construcción del edificio Vialia, la nueva puerta de entrada del AVE, con un aparcamiento subterráneo de 700 plazas; la edificación de 500 viviendas; la reforma del entorno de la Harinera La Meta y de la calle del Comerç, que llegará hasta la estación; tres nuevos edificios, uno sobre el puente que cruzará el río Segre hasta los Camps Elisis, otro en la calle de Roger de Llúria, entre la pasarela peatonal y el puente de Comtes d'Urgell, con aparcamiento para 1.000 coches, y un tercero que será una torre de entre 18 y 24 plantas de altura al final de Prat de la Riba.
La urbanización de la zona significará una inversión de más de 28 millones de euros, cantidad que sufragará la empresa privada a cambio de una porción del aprovechamiento inmobilario. Otras actuaciones se financiarán mediante una fórmula mixta sin que repercuta en el bolsillo de los leridanos.
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