Los reyes de la síntesis
Cruz y Ortiz, los arquitectos andaluces más universales, analizan su trayectoria en una muestra a través de 18 obras
Antonio Cruz y Antonio Ortiz, los más internacionales de los arquitectos andaluces, trabajan juntos desde que terminaron la carrera, en 1971. El equipo revisa ahora, en una exposición que se inaugurará mañana en Sevilla, más de tres décadas de colaboración a través de 18 de sus obras.
La selección comienza con las viviendas de la calle de Doña María Coronel de Sevilla, con las que sorprendieron en 1974, y llega hasta la Biblioteca de la Universidad de Amsterdam (Holanda), un concurso que ganaron en 2002 y que aún no ha comenzado a construirse.
Hay quien se define a sí mismo como hombre de orden, de Iglesia, o de Estado; pero Cruz y Ortiz se autoproclaman "gente de síntesis". "En la arquitectura entran en juego muchos aspectos, pero para nosotros no existe un elemento de primer orden, sino la suma de todos ellos. Lo social, lo estructural, lo formal, lo económico, lo medioambiental deben encontrar un punto de confluencia en la arquitectura", dice Antonio Cruz, sevillano de 55 años, quien en esta ocasión contesta por los dos, aunque ninguno accedió a fotografiarse.
El título de la exposición, Cruz y Ortiz. Arquitectura de síntesis, refleja esa preocupación constante por encontrar "la expresión más simple y esencial" en cada proyecto. "La arquitectura sólo alcanza sus mejores momentos cuando coinciden forma, construcción y uso. Es sólo entonces cuando las soluciones parecen inevitables", reflexiona el equipo desde un texto. En la muestra, la primera que los arquitectos realizan en Andalucía, se exhiben los proyectos en grupos de tres según su tipología. El antiguo convento de Nuestra Señora de los Reyes albergará, hasta el 29 de junio, seis grandes mesas con las maquetas y croquis originales de proyectos como el Estadio de la Comunidad de Madrid (La peineta), el Estadio de la Cartuja en Sevilla o el Pabellón de España en Hannover 2000 (Alemania).
La fama le llegó al equipo andaluz en tren: Estación de Ferrocarril de Santa Justa (Sevilla), una obra que comenzaron en 1987 y se prolongó hasta 1991. La estación del AVE, que para muchos es una "catedral de la luz", mereció el Premio Nacional de Arquitectura en 1993.
Después del éxito de Santa Justa, al tándem Cruz-Ortiz comenzó a llegarle encargos o invitaciones a concursos fuera de España. El puente sobre río Maas en Maastricht (Holanda), un proyecto de 1992, fue el primero. "Actualmente, casi el 50% de nuestro trabajo está fuera de España, especialmente en Holanda. Antes de que nos invitaran al concurso para la remodelación del Rijksmuseum de Amsterdam tuvimos dos encargos en el país, pero después se han incrementado", explica Antonio Cruz.
La exposición, organizada por la Consejería de Obras Públicas y Transportes, comenzará el mismo día de la inauguración con una conferencia de Antonio Ortiz, sevillano de 54 años, en la que desvelará los secretos de la síntesis.
La luz, una cuestión de intensidad
Los arquitectos, inseparables desde que en 1968 compartieron piso en Madrid durante los tres últimos años de la carrera, no se reparten parcelas; sino que la división de tareas puede cambiar en cada proyecto.
"Empezamos hablando. Es un proceso continuo de conversación y dibujo. Nos conocemos tan bien, que las ideas fluyen rápidamente. Luego, en las resoluciones prácticas nos vamos alternando, cada uno se encarga de un proyecto", explica Antonio Cruz. El estudio sevillano, que funciona desde 1971, ha recibido un gran respaldo con el encargo de la ampliación del Riksmuseum de Amsterdam, el museo más importante de Holanda y uno de los grandes de Europa, que sin embargo no figura en la exposición Cruz y Ortiz. Arquitectura de síntesis que se inaugurará mañana en Sevilla.
"No lo hemos incluido porque, al ser una ampliación, no encajaba bien con ninguna tipología. Pensamos que en la fase de proyecto -aún no han comenzado las obras- no iba a entenderse bien", explica Ortiz.
"El problema que ha tenido el museo -que cerró durante varios días la pasada semana porque el asbesto que se usó en su construcción es un mineral cancerígeno- no afectará a la marcha de la obra, sólo complicará la demolición", añadió el arquitecto.
"La arquitectura no atraviesa un buen momento en Andalucía. Después de la Exposición Universal de 1992, el interés de las administraciones por la arquitectura ha decaido, pero lo más grave es la falta de iniciativa privada".
Cruz y Ortiz, que echan de menos el interés de los promotores privados por la arquitectura de calidad, apuestan en todas sus obras por introducir la luz natural en los interiores. "A veces no es cuestión de la cantidad de luz, sino de su intensidad", aclara Cruz. El equipo se prepara ahora para afrontar un nuevo reto: la construcción en vertical. Tienen un encargo para construir dos torres de 150 metros de altura (unos 45 pisos) en Holanda.
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