Los puertos registran una intensa actividad al volver a la normalidad tras cuatro días de paro
Durante las primeras horas de ayer el Puerto de Valencia sufrió colas de camiones
Los estibadores volvieron ayer al trabajo tras tres días de huelga y otro de fiesta (uno de los cinco festivos de su calendario laboral). La inactividad provocó que un inusual número de barcos esperara su turno en los puertos valencianos y que se produjeran colas de camiones durante las primeras horas de la mañana. En el Puerto de Valencia 30 buques esperaban por la mañana ser cargados o descargados (lo habitual de media diaria son 20 barcos). La actividad fue "muy intensa", según La Autoridad Portuaria de Valencia, que esperaba que entre ayer y hoy se recupere el trabajo retrasado.
La última huelga de la estiba ha dejado tras de sí tres días de inactividad y las críticas de los responsables empresariales que recordaron de nuevo esta semana el perjuicio que estos paros suponen para las empresas valencianas, para la actividad económica e incluso para su imagen en algunos mercados. En esta línea se pronunciaron la patronal autonómica Cierval y el presidente del Consejo de Cámaras de Comercio de la Comunidad Valenciana, Arturo Virosque, que pidió sensatez a los estibadores. Las críticas también se oyeron desde el sector cerámico.
El presidente de la patronal azulejera Ascer, Fernando Diago, recordó ayer que el 70% de las exportaciones del sector azulejero salen por mar y de ese total, el 80% utiliza el Puerto de Valencia. Cada día, de media, el sector exporta alrededor de mil contenedores. La importación de materias primas, por su parte, entra a través del Puerto de Castellón. Diago subrayó el perjuicio de estas huelgas "recurrentes" sobre el sector en un momento, además, "de desaceleración" internacional. Y añadió que estas fechas son de "carga alta", con lo que ello supone. El responsable de la patronal azulejera insistió en que a los retrasos en la entrega de algunos pedidos hay que unir el deterioro de imagen comercial del sector.
Podía haber sido peor
Con todo, ayer se pudo volver a trabajar. En el Puerto de Valencia el día comenzó con colas de camiones, que podían haber sido "más grandes" de no ser por la organización de los transportistas, según explicaron fuentes de Asetraval y Transcont, las dos asociaciones del sector que operan en las instalaciones. La Autoridad Portuaria, además, explicó que ayer reforzó el dipositivo policial en el interior de sus instalaciones para agilizar el tráfico.
A media mañana, había 30 buques esperando ser cargados o descargados y se esperaba la llegada de otros cuatro. En el de Sagunto había otros nueve (por encima también de lo habitual) y dos en el Puerto de Gandia. La actividad fue "muy intensa" durante todo el día y la Autoridad Portuaria esperaba que entre ayer y hoy "se absorba la punta de trabajo".
Un calendario con más fechas
La huelga que terminó el jueves fue la última realizada dentro de un calendario no cerrado. Fuentes de la Federación Estatal de Trabajadores del Mar en Valencia (La Coordinadora), sindicato que aglutina al 84% de los estibadores, recordaban ayer que el sector está "a la espera" de reunirse con Puertos del Estado la semana próxima para intentar abrir una vía de diálogo. De no producirse el acercamiento -las mismas fuentes recordaban que los últimos meses más que de "negociación" han sido de "distracción"- hay un preaviso para convocar 15 días de huelga en horas alternas (una sí, una no). Una protesta que podría producirse "antes de que acabe el mes" y ante la cual el transporte podría optar por no trabajar esos días, según explicaron fuentes de Transcont.
Las movilizaciones de la estiba arrancaron a raíz de la presentación, en noviembre de 2001, ante el Parlamento Europeo de la Directiva sobre el Acceso a los Servicios Portuarios, ahora en fase de lectura. Y se han intensificado como consecuencia de la conocida como Ley de Puertos que el Consejo de Ministros aprobó hace unos días. La primera gran protesta se produjo el 19 de noviembre de 2002. La última hasta la fecha acabó el jueves.
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