El sueño de un ciclista
Canal + retrata en el documental '¡Aúpa, Pafadnam!' el tesón de un corredor burkinés que se entrena en Durango
Los dos minutos que en un principio le tenía reservada la televisión a Hamado Pafadnam acabaron convirtiéndose en el inicio, y también el final, de su sueño. Este ciclista de Burkina Faso pedía en 1999 en un reportaje sobre el ciclismo en su país, coproducido por Canal +, la oportunidad de entrenarse en Europa. Creía que era el único modo de ganar el Tour de Burkina Faso, la carrera ciclista más importante de África. Erkaitz Elkoroibide, director del equipo ciclista no profesional Café Baqué, decidió darle esa oportunidad e invitó a Pafadnam a entrenarse durante seis meses en Durango con su equipo. Pafadnam llegó al País Vasco en marzo de 2002 para vivir una historia que queda retratada ahora en el documental ¡Aúpa Pafadnam!, que estrenará el próximo miércoles Canal + (23.30).
Joan Úbeda, productor de Mediapro, que realiza el documental junto a Produce + y ETB, define a ¡Aúpa Pafadnam! como la "historia de un sueño que se hace realidad". Una ilusión que no transcurre como en un principio tenían pensado Pafadnam y sus mentores, "porque la realidad va más allá del sueño", explica Oriol Gispert, director del documental junto a Lluís Jené. "Buscábamos a los personajes, no a los ciclistas, y eso no resulta siempre fácil con la gente del deporte, acostumbrada a tratar con la prensa", añade el director.
Adaptarse a Durango no resultó fácil. El ciclista burkinés apenas hablaba francés y no conocía nada de castellano. Era analfabeto, no acaba de acostumbrarse a un clima tan húmedo y, deportivamente, no resistía la montaña. Era incapaz de terminar ninguna carrera en la que participaba y su mente seguía en Burkina Faso, en su mujer y su hija. Pero Pafadnam no se rendía, seguía esforzándose; entrenaba sin cesar. Regresó a Burkina en noviembre de 2002 junto a seis ciclistas del Café Baqué con la esperanza de ganar el ansiado tour. El resultado no fue el esperado y volvió la decepción al quedar tercero. Ayer, Pafadnam, al verse en la televisión durante la presentación del documental, sonreía y bajaba tímidamente su mirada al suelo. Parecía no gustarle ser el protagonista. Su español apenas ha mejorado. Sólo quiso agradecer la confianza que pusieron en él. Aún vive en Durango, pero abandonó la idea de ser ciclista profesional y se forma como mecánico de bicicletas.
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