Londres admite que Irak no podía usar sus arsenales desde hace meses
Tony Blair reconoció ayer que Sadam Husein apenas tenía posibilidades de utilizar sus arsenales de armas de destrucción masiva desde que empezó la campaña de presión internacional-capitaneada por EE UU y el Reino Unido- y los inspectores de la ONU se disponían a desplegarse en Irak para detectar esas armas. Al admitir que las posibilidades de que Sadam utilizara esas armas eran mucho más reducidas, el primer ministro británico ha reconocido implícitamente que la invasión podía haberse retrasado unos meses para prolongar las inspecciones, sin que eso tuviera consecuencias para la seguridad mundial, tal y como pedían Francia, Rusia, Alemania y China, entre otros.
Blair justificó que Sadam no hubiera utilizado esas armas contra la coalición anglo-estadounidense por el hecho de que estaban escondidas. "Antes de que los inspectores volvieran hubo un periodo de seis meses en el que estaba claro que EE UU y nosotros mismos íbamos a entrar en acción, y estaba claro también que los inspectores podían ir allí, y fueron seis meses de ocultación", explicó. "Uno de los beneficios de eso", reconoció, "es que iba a ser mucho más difícil para ellos reconstruir este material para su uso en una situación de conflicto inmediato".
Pero Blair negó que pueda concluirse que Sadam no fuera una amenaza mundial. "No, porque el hecho de que las armas fueran sistemáticamente ocultadas y no estuvieran al alcance en caso de conflicto no significa que los arsenales no hubieran podido rehacerse si hubiéramos abandonado Irak y los inspectores no hubieran podido hacer su trabajo. Desde luego, no puede decirse que esas armas no eran una amenaza".
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