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Reportaje:

Les Useres, siete siglos de tradición

Los 'pelegrins' cumplen de nuevo con la ritual marcha hasta el santuario de Sant Joan de Penyagolosa

María Fabra

La tradición volvió a cumplirse y, como desde hace siete siglos, Els Pelegrins de Les Useres recorrieron el arduo camino que separa esta población de L'Alcalatén del punto más alto de la Comunidad Valenciana, el macizo de Sant Joan de Penyagolosa, en Vistabella. Los 13 peregrinos fueron recibidos anoche, ya a su vuelta en Les Useres, después de pasar por Xodos. En Vistabella, cientos de personas esperaron su llegada en la noche del viernes, cuando, tras su única parada en San Miquel de Les Torreselles, los peregrinos se dispusieron a celebrar el acto central de la rogativa.

Encerrados y colocados en círculo, los 12 representantes de los discípulos, con el guía en medio, rompieron su silencio para hablar del bien y el mal y del sentido de la marcha. Este año, apenas algo de lluvia y poco frío han sido los compañeros de viaje de los romeros, acostumbrados a peores climatologías.

La peste y graves periodos de sequía fueron el origen, según se desprende de los cánticos que se entonan durante el recorrido, de esta rogativa medieval. Además de éstos, Les lletenies dels àngels y el O vere Deus, también han pervivido el atuendo y la dieta de los romeros: túnicas azules, sayales morados, sombrero negro de ala ancha y rosarios. Huevos hervidos, bacalao, pan y vino es todo lo que cubre sus rústicos platos de piedra durante la tradicional peregrinación.

Desde el siglo XIV sólo está documentada una interrupción de esta multisecular peregrinación. Fue en 1913 cuando el obispo prohibió romerías de este tipo y acabó con varias de estas manifestaciones populares. Sin embargo, la población de Les Useres se mantuvo fiel a su tradición e incluso en los años cincuenta, cuando mas peligró la continuidad de esta representación, fueron los jóvenes quienes revitalizaron la costumbre que se vive cada último viernes de abril.

En la actualidad la peregrinación anual, de unos 70 kilómetros en total, es seguida por numerosas personas, que acompañan a los peregrinos en su camino desde Les Useres hasta el santuario de Sant Joan de Penyagolosa, para regresar al día siguiente al punto de partida.

Un <i>pelegrí</i>, ante la Virgen de Loreto, en la salida de la peregrinación, el pasado viernes, en Les Useres.
Un pelegrí, ante la Virgen de Loreto, en la salida de la peregrinación, el pasado viernes, en Les Useres.ÁNGEL SÁNCHEZ
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