Siete años buscando justicia

La Audiencia de Madrid inició ayer el juicio contra la viuda y seis de los ochos hijos del afamado abogado segoviano, fallecido en 1996, Luis Alberto Pinillos Mora. Antes de morir, este letrado gestionó la indemnización de 901.000 euros (150 millones de las antiguas pesetas) que una compañía de seguros le abonó para su cliente Bernadetta Lewandovska, una inmigrante polaca. Bernadetta, que hoy tiene 39 años y vive en una modesta casa a las afueras de Toledo, se quedó tetrapléjica en 1992 tras sufrir un terrible accidente de tráfico. El abogado cobró por ella los 150 millones, le entregó entonces en efectivo una pequeña parte del dinero y la convenció para invertir el resto. Lo cierto es que al morir el abogado, la mayor parte del dinero (más de 100 millones) se esfumó con él.

El letrado cobró en nombre de Bernadetta Lewandovska los 901.000 euros de indemnización

Durante algo más de dos años, Pinillos envió una renta mensual a Bernadetta de en torno a 400.000 pesetas. Pero un día dejó de llegar la mensualidad. Postrada sobre una cama y con tres hijos que alimentar, Bernadetta telefoneó a la viuda del abogado y le preguntó por el dinero. Ésta, según Bernadetta, se limitó a decirle que su marido había fallecido y que no quería saber nada de sus negocios anteriores.

Tras una larga investigación judicial en busca de los millones, el juez decidió llevar a la viuda, María Luisa Lorenzana, y seis de los ocho hijos del abogado al banquillo de los acusados. El magistrado descubrió que Pinillos, antes de morir, y supuestamente en connivencia con su viuda y los hijos mayores del matrimonio, ocultó los millones de la indemnización en una maraña de empresas en las que interpuso testaferros. Y considera que la viuda, que tiene dos carreras (Filosofía y Letras y Derecho), también estaba al frente de los tres despachos jurídicos que regentaba su marido, y que, además, intervino en el cobro de la indemnización. Bernadetta, que en 2001 se vio forzada a dar en acogida durante casi un año a sus hijos porque no tenía medios para manternerlos, lleva siete años clamando justicia. Por fin, ayer se inició su juicio en la Sección Séptima de la Audiencia de Madrid. El fiscal pide para los acusados penas de entre 5 y 10 años de cárcel por delitos de estafa, robo y alzamiento de bienes.

Durante la primera sesión de la vista, la viuda señaló que ignoraba el paradero de los millones de la indemnización. Subrayó que conoció a Bernadetta en 1994, cuando, tras el accidente y ya tetrapléjica, asistió en Toledo a su boda. Su tesis exculpatoria es que, tras conseguir la indemnización, Bernadetta "depositó toda su confianza en su marido y le entregó el dinero para que lo invirtiese". "Mi marido invirtió, no sólo el dinero de Bernadetta, sino todo nuestro patrimonio. Era un buen abogado, pero un desastre como negociante, ninguna inversión le dio resultados", recalcó la viuda ante el tribunal. Lorenzana aclaró que ella siempre estuvo al margen de los negocios de su marido y que, al fallecer éste, la familia se topó con muchas deudas.

El fiscal discrepa de la versión de Lorenzana. Cree que ella y cuatro de sus ocho hijos son tan culpables como el fallecido de la desaparición de los millones. En su escrito de acusación señala que Lorenzana ejerció como letrada junto a su marido e intervino activamente en la constitución de varias sociedades en las que recaló gran parte del dinero. Según el fiscal, Pinillos dejó dinero en cuentas bancarias para que, a su muerte, varios de sus hijos (cinco de ellos son abogados) percibiesen rentas mensuales de entre 100.000 y 150.000 pesetas. Relata el fiscal que tanto Lorenzana como su marido dispusieron de un poder entregado por Bernadetta con el que ambos se desplazaron a Barcelona y cobraron el talón con los 150 millones de pesetas que entregó la compañía aseguradora. El primer engaño que, según el fiscal, hicieron ambos a Bernadetta fue decirle que la compañía sólo había pagado 125 millones, cuando en realidad el talón de la indemnización era de 150 millones. El fiscal ha pedido que se embargue a la familia Pinillos un céntrico palacio que ésta posee en Segovia, entre otros inmuebles.

Está previsto que Bernadetta preste declaración el jueves ante el tribunal en una silla de ruedas.